Por Hannah Pérez  

Lo que hasta ahora han callado los documentos de Pandora de las monedas digitales en realidad dicen mucho sobre Bitcoin y su desempeño futuro.

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A inicios de esta semana, Bitcoin rompió la barrera de los USD $50.000, un indicativo alcista de que los toros están regresando al mercado. En un movimiento que impulsó al resto de las principales criptomonedas al alza, Bitcoin borró las pérdidas de los últimos meses y logró superar los 55.000 dólares por primera vez desde mayo.

La subida del mercado coincidió con la filtración de documentos financieros más grande de la historia y se produjo poco después de la última ofensiva de China en contra de las criptomonedas. La reacción no parece fortuita y de hecho podría haber una coincidencia entre la narrativa detrás de estos eventos con el último aumento en el mercado cripto.

El inicio de la semana estuvo marcado por las noticias en torno a los Pandora Papers, una filtración de casi 12 millones de documentos que revelan cómo los más ricos y poderosos del mundo ocultan su riqueza, evaden impuestos y, en algunos casos, lavan dinero.

Los datos, divulgados por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), son un tesoro de casi 3 terabytes que revela cómo políticos, celebridades, delincuentes, empresarios y otros multimillonarios esconden sus fortunas utilizando métodos legales, y no tan legales, como fideicomisos y corporaciones fantasma ubicadas en las Islas Vírgenes Británicas, Panamá y otros paraísos fiscales.

En total, los documentos exponen a más de 330 políticos y funcionarios públicos de alto rango de 90 jurisdicciones diferentes, incluyendo tres presidentes y once exmandatarios de países de América Latina.

Los Pandora Papers o la advertencia de un sistema fallido

Sin embargo, y para sorpresa de muchos, ha sido poco lo que hasta ahora han revelado estos archivos con relación a Bitcoin y las monedas digitales; apenas se ha hecho mención a un hacker de Bitcoin sentenciado. Al contrario, los mecanismos tradicionales del sistema financiero son los que han quedado al descubierto por sus aparentes lagunas y fragilidad a la hora de contener la corrupción y la ambición de los más poderosos.

Pero, desde la reflexión, lo poco que dicen hasta ahora los Pandora Papers en torno a las criptomonedas parece, contrariamente, anunciar mucho. Sin duda, esta filtración masiva pone -una vez más- bajo el reflector cómo el sistema financiero tradicional puede estar al servicio de gobiernos y élites de poder. En este sentido, uno de los ámbitos de discusión ha sido la corrupción, así como la evidente falta de transparencia de los mecanismos financieros, que en muchos casos operan desde áreas “grises” en materia de legalidad.

Hasta ahora, la presión mediática parece estar motivando a varios de los principales gobiernos del mundo a iniciar investigaciones sobre muchas de las revelaciones presentadas en los Pandora Papers. Mientras tanto, la narrativa subyacente a esta cobertura podría estar teniendo un impacto mayor en los mercados de criptomonedas.

Lo cierto es que el hecho de que los sistemas financieros regulados -o aparentemente regulados- faciliten a los más adinerados la evasión fiscal, el lavado de capital y otras triquiñuelas para esconder millones de dólares y aumentar su patrimonio, podría ser un punto a favor para el sistema descentralizado que proponen los activos digitales.

También el hecho de que mandatarios y altos líderes políticos estén implicados parece prestarse como argumento a favor de Bitcoin, un sistema construido para ser independiente de intermediarios, incluyendo gobiernos y bancos centrales. Claro que esto no significa que estas acciones cuestionables no puedan llevarse a cabo a través de criptomonedas y sistemas descentralizados, pero, en todo caso, esta situación favorece la idea de que es necesario explorar alternativas al sistema financiero actual y evaluar estructuras que revaloricen la transparencia.

En todo caso, estos eventos invitan a pensar en algunos de los síntomas de descomposición que presenta el sistema actual. No causaría sorpresa que estos descubrimientos provocaran mayores exigencias sociales en torno a la transparencia financiera, así como que también motivara una mayor presión regulatoria sobre las entidades de esta industria; incluyendo el sector de las criptomonedas. No obstante, otra posibilidad es que este evento pudiera desembocar en que las personas busquen alternativas para rehuir el aparataje tradicional; situación que podría provocar una aceptación paulatina y más generalizada de las monedas digitales y conducir a un eventual aumento de precios.

La ofensiva de China o el velo de la autocracia

La más reciente recuperación del mercado de activos digitales también coincide con la última ofensiva de China. La principal criptomoneda se recuperó esta semana a pesar de los últimos esfuerzos del gigante asiático para prohibirla. Bitcoin ya había experimentado un colapso masivo de precios a mediados de este año, cuando el gobierno chino fortaleció sus políticas prohibitivas en torno al comercio y minería de criptomonedas, instaladas inicialmente en 2017. 

La criptomoneda insigne cayó por debajo de los USD $30.000 en julio en medio de la represión china, pocas semanas después de haber conquistado un máximo de precio histórico cerca de los 64.300 dólares en marzo.

Este año, las autoridades de la potencia asiática han dirigido una estrategia más restrictiva, la más dura hasta el momento. Primero, cerrando las principales operaciones de criptominería del país, luego, el mes pasado, dictaminando de ilegales todas las transacciones con dichos activos. Sin embargo, y a pesar de los efectos negativos que ha tenido la represión de China en la red de Bitcoin y el rendimiento comercial del activo, la criptomoneda no parece verse afectada. Incluso teniendo en cuenta que China representaba hasta hace muy poco más del 50% del total de la potencia minera de Bitcoin. La razón de esto, podría ser, una vez más, la narrativa subyacente.

El hecho de que China, que ha sido catalogado como uno de los estados más autoritarios del mundo, prohíba las monedas digitales, activos caracterizados precisamente por mantenerse al borde del control gubernamental, también parece respaldar la defensa a favor de Bitcoin. Para el gobierno chino podría no ser conveniente permitir que sus ciudadanos transen con una moneda que no pueden vigilar, especialmente ahora que el país está poniendo en marcha su propio sistema de moneda digital emitida por el Banco Popular de China.

La ofensiva parece reiterar la necesidad de mecanismos que estén fuera del poder de los estados y, en este sentido, darle crédito a Bitcoin. Justo a inicios de semana, el conocido informante Edward Snowden, quien en 2013 filtró documentos altamente secretos sobre los programas de vigilancia masiva del gobierno de EEUU, había compartido su opinión de que la prohibición de China ha fortalecido a la criptomoneda.

[Bitcoin] ha aumentado 10 veces […] a pesar de una campaña global coordinada por parte de los gobiernos para socavar la comprensión pública y el apoyo de la criptomoneda.

El poder de Bitcoin ante un clima de desconfianza

Algunos analistas también han apuntado otros varios indicadores que podrían estar ayudando de manera más directa al último rally alcista registrado en el mercado. La creciente participación de inversionistas institucionales, las últimas declaraciones de la Reserva Federal (FED) de Estados Unidos y las expectativas de la aprobación de un primer ETF de Bitcoin en esa nación, son algunos de estos.

Y, en última instancia, varios de estos factores también tienen una relación directa con el clima de desconfianza que subyace a los eventos de China y a la filtración de los Pandora Papers. Especialmente los anuncios más recientes de la FED, que están provocando preocupaciones sobre una posible reducción de estímulos a un ritmo más rápido para controlar la inflación. Al respecto, algunos expertos han apuntado que estos temores de inflación están contribuyendo con el atractivo de Bitcoin como un activo de refugio de valor como el oro, debido a su oferta limitada y de cara a la emisión desbocada de efectivo por parte de bancos centrales.

“La inflación llegó para quedarse, y todos los hogares están comenzando a ver que los precios de los bienes y servicios se disparan en todo el país”, comentó en esta línea de ideas Carlos Betancourt, cofundador del fondo de cobertura BKCoin Capital, a CoinDesk.

Muchos inversores inteligentes buscan oportunidades asimétricas y una cobertura contra la inflación, y siempre hay un activo común que les viene a la mente […] Bitcoin es el único activo que los gobiernos o los bancos centrales no pueden manipular.

Más allá de si estos fueron los motivos puntuales que provocaron el aumento de precios en el mercado de criptomonedas de esta semana, vale la pena considerar la posibilidad de que la narrativa detrás de los Pandora Papers y la política de China podrían interpretarse factores, pero más que nada, como catalizadores en una tendencia de adopción masiva y el progresivo crecimiento del mercado.

A largo plazo, este panorama de desconfianza generalizada de los ciudadanos hacia sus gobiernos y hacia el poder del Estado para controlar y emitir monedas, y la necesidad cada vez más imperiosa de un modelo financiero que no esté al servicio de los poderosos, parecen factores lo suficientemente importantes a tener en cuenta a la hora de observar los próximos desempeños de Bitcoin.


Artículo de opinión de Hannah Estefanía Pérez / DiarioBitcoin

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