Por Angel Di Matteo   @shadowargel

Ante los temores por posibles monopolios en Ethereum tras la llegada de The Merge, la red cuenta con un mecanismo de defensa del que poco se habla. A continuación le explicamos en qué consiste un UASF y por qué las malas intenciones pueden derivar pérdidas millonarias.

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  • Críticos se preocupan de que Ethereum quede expuesta a un ataque del 51%
  • The Merge cuenta con un mecanismo de defensa conocido como UASF
  • Las UASF son actualizaciones que inhabilitan a los responsables de posibles monopolios
  • Con PoS, quienes deseen controlar la red registrarán millonarias pérdidas

Una de las críticas que se escucha con más frecuencia en relación a la nueva actualización para Ethereum tiene que ver con los riesgos que esto representaría para la descentralización de la red. El hecho de dejar de lado a la población minera y dejar la responsabilidad del procesamiento de bloques sobre la comunidad de validadores ha generado descontento entre entusiastas y analistas, quienes aseguran que el Blockchain ahora quedará bajo en control de entidades con suficiente ETH como para manejar el grueso de las direcciones asociadas.

Si bien las cifras apuntan a que esta premisa podría cumplirse, un artículo recientemente publicado por el medio CryptoBriefing destaca que tras la llegada de The Merge, Ethereum cuenta con un mecanismo que evitaría que los malos actores quisieran hacerse con el control de la red, el cual estaría respaldado e impulsado por la misma comunidad de validadores para cerrar esta posibilidad a los atacantes.

Explicando el problema de la descentralización

A diferencia de la minería Proof-of-Work (PoW) con dispositivos GPU, The Merge introdujo un nuevo algoritmo de consenso para el procesamiento de bloques denominado Proof-of-Stake (PoS), donde los validadores que deseen apoyar a la red deben dejar un depósito en garantía por 32 ETH para confirmar transacciones.

Bajo este sistema, una entidad con gran cantidad de fondos ETH puede disponer los activos para hacerse con una gran cantidad de validadores. Si bien esta posibilidad está abierta para todos los interesados, los datos publicados por la agencia Dune Analytics revelan que esto lo han aprovechado principalmente empresas consolidadas. El sondeo publicado refleja que el 59,6% del total de ETH dispuestos en garantía han sido aportados por Binance, Coinbase, Kraken y Lido respectivamente, cosa que genera ciertos temores entre críticos y analistas.

El miedo recae en lo que se define como un ataque del 51%, término empleado dentro del sector Blockchain para referirse al riesgo de que una entidad / grupo de entidades establezca control sobre el procesamiento de los bloques, lo cual les otorgaría el potencial para alterar el funcionamiento y los registros alojados en la red.

Esta posibilidad ha cobrado más fuerza tras lo ocurrido con el servicio Tornado Cash, el cual fue sancionado por el gobierno de EE.UU. a razón de que hackers lo utilizasen para borrar el rastro de sus transacciones, cosa que motivó que entidades como Circle y otras tantas procediesen a bloquear las direcciones señaladas en la lista negra del servicio.

Esto último encendió las alarmas de críticos y analistas, los cuales extrapolan lo ocurrido a un escenario en el que más del 51% de los nodo estén bajo el control de entidades sujetas a lineamientos y presiones por parte de gobiernos. La falta de descentralización acarrea para muchos riesgos de censura, ya que estas entidades podrían unir su poder para reescribir la información de la red a su antojo e invalidar las operaciones a razón de intereses propios o ajenos.

Los UASF como una alternativa

Pensando en un escenario como este, Vitalik Buterin y miembros del equipo de desarrollo de la red de Ethereum aseguraron que existen mecanismos para cerrar este tipo de posibilidades, y uno de estos está en la posibilidad de implementar bifurcaciones suaves activadas por el usuario, mejor conocidas estas como UASF.

Dicho de forma sencilla, una UASF sería el mecanismo por el cual los nodos de un Blockchain activan un soft fork (actualización suave), con lo cual le arrebatan el control de la misma a quienes ejercen un monopolio sobre el procesamiento de los bloques. Es decir, los miembros de la comunidad pueden actualizar el software de la red, sin que esto pase por los mineros o validadores que procesan la mayor parte de las transacciones, quitándoles el poder a los infractores.

Si bien este mecanismo generalmente se asocia con las redes que funcionan bajo PoW, Buterin aclaró que con un mecanismo de consenso PoS las consecuencias serían catastróficas para quienes ejerciesen el monopolio, ya que todos estos verían confiscados todos los ETH dispuestos como garantía.

Al respecto, Buterin aclaró en su momento:

“Atacar la red por primera vez le costará al atacante muchos millones de dólares, y la comunidad se recuperará en unos días. Atacar la cadena por segunda vez aún le costará al atacante muchos millones de dólares, ya que necesitaría comprar monedas nuevas para reemplazar las monedas viejas que se quemaron. Y la tercera vez costará aún más millones de dólares. El juego es muy asimétrico y no favorece al atacante”.

Es mejor que los malos se abstengan

De acuerdo con información publicada por el explorador de bloques Etherscan.io, en el contrato inteligente empleado por los validadores interesados en respaldar a la red hay unos 13.934.119 ETH, los cuales a la tasa de cambio para el momento de edición equivalen más de USD $18.379 millones dispuestos en garantía.

Si ponemos el escenario hipotético que Binance, Coinbase, Kraken y Lido opten por unir esfuerzos y vulnerar la autonomía de la red, en conjunto estas empresas terminarían perdiendo unos 8.304.734,9 ETH (estimados en unos USD $10.759 millones) si se llega a activar un UASF.

Semanas atrás, cuando lo ocurrido con Tornado Cash generó fuertes temores entre los entusiastas de Ethereum, un desarrollador preguntó al equipo de Coinbase si optaría por ceder ante la presión si gobiernos le pidiesen ejercer presión sobre EthereumEl CEO del exchange, Brian Armstrong declaró que preferirían dejar de respaldar a la red antes incurrir en actos de censura.

Si bien la respuesta del CEO de Coinbase parece motivada por profundos valores asociados con la libertad financiera, lo cierto es que actuar de mala fe costaría a la empresa unos 2.034.381,3 ETH, es decir, su participación del 14,6% del total de los ETH alojados en el contrato inteligente. En caso de que fuese Binance quien quisiera comprometer la seguridad de la red, esto acarrearía la pérdida de unos 4.194.169,8 ETH correspondientes con su porción del 30,1% de los fondos.

En conclusión, los malos actores requieren una gran cantidad de capital para poder hacer que la red funcione bajo sus deseos, pero esto acarrearía pérdidas muy sustanciosas para quienes deseen correr el riesgo de salirse con la suya.


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Artículo de Angel Di Matteo / DiarioBitcoin

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