Por Robert Hazlitt  

El estatus que incrimina a Stefansson se encuentra actualmente en duda, debido a que para el momento de su escape, la orden de detención emitida por el juez había expirado. Adicionalmente, las leyes islandesas no conciben el escape de prisión como un delito. Stefansson declaró querer volver a su celda en Islandia por las comodidades que esta le ofrece.

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Sindri Thor Stefansson, islandés de 31 años acusado por el robo de 600 máquinas usadas para minar bitcoins, el cual escapó a inicios de abril de Sogn, una prisión de baja seguridad ubicada en las zonas rurales del sur de Islandia, fue arrestado nuevamente hace dos semanas en los Países Bajos. El exprófugo ha expresado su pesar por su escape y su decisión de huir del país, donde era sospechoso de un delito apodado el Big Bitcoin Heist (Gran Atraco Bitcoin).

En una entrevista para el The New York Times, Stefansson aseguró estar arrepentido de su acción después de escapar de prisión y ver su foto de “buscado”. Tras ser extraditado a Islandia este viernes, el ladrón también dijo que estaba contento de regresar a una prisión más segura y cómoda.

Como ya se reseñó anteriormente, la fuga de Stefansson constituye un caso sin parangón en la pacífica nación insular de Islandia, con una población de 340.000 habitantes y una de las tasas de criminalidad más bajas del mundo. La policía del país todavía no tiene pistas de dónde están escondidas las 600 computadoras de minería de bitcoins, valoradas en aproximadamente USD $ 2 millones.

El arrepentimiento toma el control

Stefansson, inicialmente arrestado en febrero por su papel en el Big Bitcoin Heist, declaró al New York Times que estaba decepcionado de sí mismo por hacer sufrir a su familia, tanto que no podía comer.

El robo indica que, en Islandia, no existe seguridad suficiente para hurtos masivos, ni dentro de las propias instituciones de seguridad del país: el escape, aparentemente sencillo, de Stefansson refleja la falta de seguridad en el sistema penal del país.

Stefansson escapó de Sogn, una prisión abierta donde los reclusos viven en sus propias habitaciones con televisores de pantalla plana y pueden hablar por sus propios teléfonos celulares. Los prisioneros ganan el equivalente a USD $ 4 por hora por cocinar, limpiar y mantener un gallinero.

El camino de entrada a la prisión está bloqueado por un tipo de puerta similar a la usada por los estacionamientos de pago por hora. La propiedad, que tiene un campo de fútbol, ??está rodeada por cercas de alambre de unos pocos pies de altura.

Un escape fácil

Antes de saltar la cerca de la prisión, Stefansson comenzó a buscar vuelos internacionales a través de su teléfono celular. Después de reservar uno con un nombre falso, abrió su ventana y se fue. Caminó un kilómetro y medio hasta la carretera que rodea la isla, y luego hizo autostop a 59 millas hasta Keflavik, una ciudad cercana al aeropuerto, desde donde llamó a un taxi. La policía, por su parte, afirma que un cómplice lo condujo.

Desde Estocolmo, tomó un tren, un taxi y un ferry a Alemania a través de Dinamarca, donde conoció a algunas personas que lo llevaron a Amsterdam. Sin saberlo, unos peatones en ese país, , armados con una foto de Stefansson, se pusieron en contacto con las autoridades locales, lo que condujo a su pronta detención.

Las autoridades de Islandia han dicho poco sobre las pruebas que vinculan a Stefansson con el robo de computadoras, que incluyó tres robos separados en el transcurso de algunas semanas, a partir del 5 de diciembre.

El arrendatario de uno de los edificios en Islandia en los que se produjo el robo ofreció USD $ 60.000 a cualquiera que conduzca a los detectives a la propiedad robada. La compañía no ha sido públicamente identificada.

Investigación hasta ahora infructuosa

La policía ha estado buscando los equipos robados a través de una operación que analiza los picos eléctricos en el país, los cuales podrían estar relacionados a la cantidad de energía que demandan las máquina mineras. Olafur Kjartansson, el investigador principal de la policía, dijo que la búsqueda ha sido infructuosa, a pesar de los numerosos intentos.

Kjartansson cree que los perpetradores trabajaron con un sindicato de crimen organizado en el extranjero, a pesar de que el registro de Stefansson no indica tales enlaces. Antes de este hecho, el mayor hurto de Stefansson fue robar USD $ 2.000 de máquinas tragamonedas en un bar de Reykjavik, además de poseer drogas y conducir bajo la influencia de alcohol.

Stefansson dijo en la entrevista que había estado sobrio durante más de siete años, durante los cuales hizo aplicaciones y sitios web para ganarse la vida. Aseguró estarse  preparando para mudarse a España con su esposa y sus tres hijos cuando fue arrestado por el robo de las máquinas mineras.

La legalidad del encarcelamiento de Stefansson sigue siendo discutible ya que técnicamente no estaba bajo arresto para el momento de su escape, debido a que la orden del juez de mantenerlo bajo custodia había expirado. La policía lo había persuadido para que firmara un documento en el que acordaba permanecer en prisión voluntariamente antes de una audiencia sobre su encarcelamiento.

No se le puede acusar de escapar de la prisión ya que esto no es considerado como un delito en Islandia.

Stefansson dijo que quería regresar a la prisión Sogn, por ser similar a un hotel, ya que en la prisión de Amsterdam afirma que fue mal alimentado y desconfiaba de sus compañeros de detención.

Fuente: cryptocoinsnews

Traducción de Jacobo Villalobos / DiarioBitcoin

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