Por Angel Di Matteo   @shadowargel

Francisco Meré compartió en un evento en Colombia algunas impresiones sobre la actualidad de México y los aspectos que aborda el marco jurídico para las empresas que operan dentro del sector. Destacó que la misma se caracteriza por establecer normas claras para regular las operaciones pero es lo suficientemente flexible como para promover la innovación.

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Esta semana se llevó a cabo el foro titulado “El futuro de la industria FinTech en Colombia“, iniciativa auspiciada por el gobierno de Colombia, conjuntamente con Foros Semana y Apps.co en el auditorio de la sede del Ministerio para las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones.  El evento contó con la participación de representantes de organismos gubernamentales, organizaciones vinculadas al desarrollo de tecnologías, representantes de empresas y expertos de la industria, quienes hablaron sobre la evolución de ecosistema financiero en el país y el aporte que han representado las nuevas tecnologías a lo largo del proceso.

Como invitado especial estuvo Francisco Meré, presidente de FinTech México, quien expuso el impacto que tuvo en el país el lanzamiento de la primera legislación especialmente diseñada para regular el uso de las nuevas tecnologías.

Meré indicó que la creación de la ley FinTech se debió a que el gobierno la vio como una necesidad, ya que el impacto de las tecnologías en los mercados son una realidad palpable que está evolucionando con muchísima rapidez, por lo que el énfasis está en establecer normas claras para su utilización pero sin inhibir la posibilidad de innovar.

Para el Estado mexicano, las nuevas tecnologías constituyen herramientas que favorecen la inclusión financiera, datos que cobran especial importancia ya que se estima que más del 50% de los adultos no tiene cuentas bancarias, sólo el 40% de los usuarios accede a créditos, existen únicamente 257 empresas que cotizan en la bolsa y solo se han registrado 250.000 cuentas para la custodia de valores. Además, las nuevas tecnologías implican un manejo más democrático de las finanzas y favorecen la libre competencia dentro de los mercados.

Frente a la realidad que se vive hoy día, Meré señaló que si bien el sector de las Bit Tech ha traído grandes beneficios para las personas, también constituye una gran amenaza para los usuarios si las empresas operan sin el debido control. El funcionario destacó el caso de Facebook, empresa que cuenta con más información sobre los usuarios que los mismos bancos, así como ocurre con servicios ofertados por Amazon los cuales ya incluso tienen competencias financieras. El mal manejo de toda esta información y la posibilidad de ofertar servicios sin regulaciones pone en desventaja a los consumidores quienes no podrán ser amparados por ninguna entidad estatal ante cualquier irregularidad.

Sobre el contenido de la Ley FinTech

Meré tomó un espacio para explicar algunas consideraciones importantes reflejadas en la Ley FinTech, que han sido planteadas para regular estos mercados sin dejar de lado cierto margen de flexibilidad para promover una evolución saludable.

Uno de los aspectos más importantes es que la ley considera la emisión de una licencia para la creación de dinero electrónico, la cual arropa plataformas y servicios que operan con la moneda de circulación nacional y posibilitan la emisión de pagos a lo interno y externo (caso PayPal y MercadoLibre).

Otra de las licencias allí contempladas tiene que ver con la recaudación de financiamiento colectivo, la cual faculta a sus usuarios la realización de campañas de crowdfunding y P2P. En este punto se habló sobre el uso de las criptomonedas y se mencionó que el Estado promovió una reforma a la Ley de Mercado de Valores, en la cual ahora establece que no son considerados bajo su jurisdicción los valores amparados por la Ley FinTech. Lo antes expuesto habilita un nuevo esquema de financiamiento para las nuevas empresas, las cuales originalmente tenían muy difícil recaudar apoyo monetario bajo las medidas tradicionales.

También se decreta que todas las empresas del sector amparadas por la ley pueden tener acceso directo al sistema de pagos interbancarios, por lo que gozarían de los mismos beneficios que las compañías de servicios tradicionales.

En relación a los mecanismos de protección al consumidor, la ley establece que todos los operadores bancarios deben portar la información de los usuarios siempre y cuando estos lo autoricen. Este punto es especialmente importante ya que el manejo de la data se comparte y no hace que las personas tengan que iniciar procesos de registro desde cero cada vez que deseen formar parte de una entidad financiera. Además, el uso de la información favorece la libre competencia entre las entidades a la hora de ofertar productos y servicios, lo cual haría el proceso más justo para todos los participantes evitando los monopolios.

Concretamente en relación a las criptomonedas, la Ley FinTech aclara que no ejerce ningún tipo de regulación sobre Bitcoin ni otra moneda digital, pero especifica que las empresas pueden hacer operaciones con todas aquellas que sean consideradas activos virtuales, siempre que estas sean reconocidas como medio de pago válido por las empresas y cuenten con la aprobación del Banco Central. La ley también permite la realización de campañas ICO, aplicando la cláusula mencionada en relación a la Ley de Mercados y estableciendo límites para la inversión de los particulares.

Para cerrar, Meré mencionó los beneficios para el consumidor que traen las nuevas tecnologías, haciendo énfasis en la reducción de costos por operaciones y la seguridad en el manejo de la información. Finalizó su ponencia indicando que las tecnologías van más rápido que las regulaciones, por lo que es importante establecer condiciones para la libre competencia pensando siempre en la seguridad del consumidor.

Artículo de Angel Di Matteo/DiarioBitcoin

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