Por Hannah Pérez  

Es el cuarto monumento en honor al creador de Bitcoin que se erige en una ciudad a nivel mundial. Las otras estatuas de Satoshi están en las ciudades de Budapest, El Zonte y Lugano. 

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  • Una nueva estatua del creador de Bitcoin en Tokio celebra el lema «todos somos Satoshi».
  • Es la tercera escultura en honor a Satoshi Nakamoto a cargo del proyecto Satoshigallery.
  • La pieza de arte cinético penetrable permite al espectador convertirse en Satoshi, según el ángulo que la vea.
  • La identidad de Satoshi sigue siendo un miesterio pero su legado es innegable. 

 

Satoshi Nakamoto, el enigmático creador de Bitcoin, tiene una nueva estatua en su nombre en Tokio, Japón.

El equipo de Satoshigallery estrenó esta semana un nuevo monumento en honor a la mente sin rostro detrás de la primera criptomoneda del mundo, conocido bajo el seudónimo de Satoshi Nakamoto.

La identidad de Satoshi ha permanecido en las sombreas desde el lanzamiento de Bitcoin en 2009, convirtiéndose en uno de los grandes misterios de la era tecnológica. A lo largo de los años, la falta de respuestas sobre la o las personas detrás de esta innovación ha motivado múltiples teorías y especulaciones. Más allá de estas historias, una cosa es clara sobre Nakamoto: su legado es ahora innegable.

La nueva estatua en Tokio busca capturar ambos aspectos, tanto el misterio como el legado del inventor de Bitcoin.

La escultura representa a un sujeto con capucha, sentado en posición de indio, con un ordenador descansando en sus piernas y un diseño peculiar que hace que su silueta y volumen varíen dependiendo del ángulo en el que se mire. Construida en metal, la estatua es un penetrable  cinético que busca homenajear a la misteriosa persona que está detrás del protocolo Bitcoin.

La estatua en sí quiere dar al espectador esta sensación de desaparición, y la sensación de que el inventor se mantiene entre las líneas – a partir de hoy Satoshi existe en las líneas del código Bitcoin, lo que permite a la humanidad tener el primer sistema de pago descentralizado“, dice una descripción en el sitio web de Satoshigallery.

Su diseño traslúcido invita a los visitantes a hacerse uno con la estatua, de manera que al colocarse detrás de la pieza parezca que los espectadores son el propio Satoshi. Cuando el observador se coloca detrás de la estatua, se convierte en el propio Satoshi. Porque «Todos somos Satoshi», agrega el equipo artístico a cargo del proyecto.

Satoshigallery ha colocado otras piezas similares en la ciudad de Lugano, Suiza, y más recientemente en El Salvador, siendo esta la tercera estatua de Satoshi que inaugura el proyecto a nivel mundial. A principios de este mes, la ciudad costera de El Zonte, El Salvador, también conocida como “Bitcoin Beach”, se convirtió en el hogar de la segunda estatua de Nakamoto.

La más reciente se presentó en una galería de arte ubicada en Tokio, ubicada en Shinjuku City.

A pesar de que las tres están a miles de kilómetros de distancia, tienen un mensaje unificado: reconocer el impacto del creador de Bitcoin en la cultura y la historia de la humanidad en su conjunto, así como su impacto financiero actual.

Esta última instalación en Tokio se suma también a un tributo separado en Budapest, Hungría, que también busca celebrar en una pieza material el impacto y la importancia de Satoshi en nuestro mundo actual.

Bitcoin (BTC), actualmente con una capitalización de mercado de USD $1,8 billones, es la criptomoneda más grande y uno de los mayores activos en todo el mundo. Su precio, que alcanzó un máximo histórico de más de USD $109.000 en enero, ronda los USD $94.000 al momento de edición, según datos de CoinMarketCap.


Artículo de Hannah Estefanía Pérez / DiarioBitcoin

Imagen generada con herramienta de IA, bajo licencia de uso libre

 


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