Por Angel Di Matteo   @shadowargel

Fadey, un joven ucraniano de 20 años, compartió en una entrevista con CNBC cómo le sirvió manejar parte de sus ahorros en Bitcoin y la experiencia de huir de Ucrania solo disponiendo de sus activos digitales.

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Si bien el ecosistema de las monedas digitales está cargado de gran cantidad de historias, en el marco del conflicto armado que impulsa Rusia contra Ucrania surgió una anécdota que pone en evidencia como estos activos sirven de apoyo para quienes desean comenzar de nuevo en otras latitudes, en especial quienes se han visto forzados a abandonar su hogar ante el temor de ser una víctima fatal en una disputa que solo deja afectados a su paso.

Así lo refleja la historia de una persona apodada como Fadey, quien concedió una entrevista a la agencia de noticias CNBC donde compartió su experiencia sobre lo que implicó salir de territorio ucraniano en tiempos de guerra, aclarando como mantener parte de sus ahorros en Bitcoin le permitió llevar consigo recursos para poder mantenerse hasta conseguir condiciones estables.

Huyendo de Ucrania con ahorros en Bitcoin

Fadey abre la entrevista indicando que es un joven de 20 años, quien tomó la decisión de huir de su ciudad natal, Lviv, tras enterarse de los conflictos armados que estaban teniendo lugar en el lugar. Para ello necesitaba dos cosas: Una prueba de COVID-19 que diese negativa y llevar todo el dinero que pudiese conseguir.

Sin embargo, la imposibilidad de retirar dinero en efectivo de cajeros y los bloqueos bancarios llevaron a Fadey a recurrir a Bitcoin, para lo cual tomó parte de sus ahorros en la moneda digital e intercambió unos USD $600 en BTC por su equivalente en złoty, la moneda nacional de Polonia, con lo cual logró pagar un autobús que lo llevase al otro lado de la frontera, una cama en un albergue para él y su novia, y algo de comida para mantenerse por algunos días.

Fadey indicó que acá el aspecto que resultó siendo clave fue la velocidad con la cual pudo hacer el proceso, ya que a tan solo dos horas desde que él cruzó la frontera con Polonia, las autoridades ucranianas cerraron el paso y prohibieron a todo hombre con edad comprendida entre 18 y 60 años abandonar el país, ya que estos serían requeridos para el servicio de recluta obligatoria para contrarrestar a las fuerzas de Rusia.

Además de sus pertenencias básicas, Fadey logró traer consigo una memoria USB en la que estaban unos USD $2.000 en Bitcoin, capital que representaba un aproximado del 40% de sus ahorros. El entrevistado aclaró que esto lo hizo muy práctico, ya que dicho dispositivo estaba sujeto a una clave con la cual podría acceder a sus fondos, aunque en caso de no haber podido llevar consigo dicho monedero, solo bastaba con escribir su código semilla en una hoja de papel y llevarla consigo para activarla en otra wallet.

Bitcoin: Bondades frente a la banca tradicional

Un aspecto clave al que hizo referencia Fadey en su relato fue a lo práctico que resultó la posibilidad de transferir valor sin control de terceros, en contraposición a lo que pasaría con una transferencia bancaria internacional, la cual hubiese tomado al menos unos dos días hábiles, con muchas posibilidades de que sus fondos hubiesen quedado retenidos después que los bancos ucranianos bloquearon la salida de capital ante la situación de emergencia.

Y exactamente esto último fue lo que terminó pasando. El director del área de estrategia de la Fundación de Derechos Humanos, Alex Gladstein, comentó durante la entrevista que a las pocas horas del ataque de Rusia a Ucrania, el sistema financiero del país comenzó a implementar ciertas restricciones:

“La economía del país se cerró en cuestión de horas… Todo se congela. De repente, es una economía de guerra. Eso sucedió en cuestión de días. Estamos hablando de 24 a 48 horas”.

Por su parte, el becario de libre comercio en el Instituto de Asuntos Económicos, comentó a la CNBC que fue muy difícil sacar dinero de los bancos ucranianos incluso semanas antes de que tuviese lugar la invasión armada:

“Desde muchas semanas antes de la invasión, la mayoría de los ucranianos que sabía de este panorama estaban tratando de sacar la mayor cantidad de dinero posible de sus cuentas bancarias, ya sea en bancos del Reino Unido, estadounidenses… e incluso criptomonedas”.

A medida que la situación ha ido poniéndose más complicada por el conflicto armado, los cajeros bancarios han venido limitando cada vez más la cantidad de efectivo que dispensan para los residentes de Ucrania, posibilitando solo el equivalente la extracción del equivalente a USD $33 por transacción. Al tiempo que pasa esto, la moneda local continuamente se va devaluando producto de la misma situación, lo que hace que los ucranianos poco a poco vayan perdiendo su poder adquisitivo en medio de ya complejo panorama.

La disponibilidad de su capital con criptomonedas

Volviendo con el caso de Fadey, este indicó que lamentablemente no ha podido transferir su capital fiat a Polonia, pero se ha podido apoyar con las criptomonedas que mantenía a modo de ahorro. Al respecto el entrevistado indicó que además de Bitcoin, también dispone de fondos en Monero (la criptomoneda centrada en la privacidad de sus operaciones), los cuales tiene dentro del exchange internacional Binance.

Para los investigadores de CNBC, el hecho de que Fadey y muchos otros viesen una posibilidad en las criptomonedas obedece en parte a la perspectiva que ha mantenido el gobierno de Ucrania hacia las criptomonedas, jurisdicción que se mostraba muy progresista en relación a esta materia. Justo antes del conflicto armado, la firma de análisis Chainalysis señalaba que el país ocupaba el cuarto lugar a nivel internacional en materia de adopción de monedas digitales.

Al respecto, Gladstein destacó las condiciones favorables con las que contaba el país para la adopción cripto antes del conflicto armado:

“Había una gran cantidad de exchanges, empresas y desarrolladores principales ucranianos… Acá todos tienen teléfonos inteligentes. Este es un país altamente conectado y muy impulsado por la tecnología de la información, muy informático. Muy alfabetizado en cuanto al uso de dispositivos inteligentes, probablemente personas con más conocimiento que el estadounidense promedio”.

De la mano con lo citado por Gladstein, la ciudadana ucraniana que ahora vive en Polonia, Maria Chaplia, también indicó que vio en las criptomonedas un valioso recurso para poder resguardarse frente a la incertidumbre económica presente en el país que la vio nacer. Al respecto, comentó que comenzó a involucrarse de forma más seria con estos activos cuando vio que su banco ucraniano no le permitió sacar una cantidad importante de dinero, además de que las tarifas que cobraba PayPal eran mucho más altas de lo que se podía permitir pagar.

Chaplia aclaró que con las criptomonedas todo fue mucho más fácil, pero que parte de lo que pasa con los bancos ucranianos no es exclusivo del país, ya que muchas otras entidades financieras fuera de la nación también ponen trabas y contratiempos para todos aquellos que requieren sacar su capital. También agregó que muchos de sus amigos en Ucrania están muy involucrados con las criptomonedas, y que el hecho de poder tener Bitcoin, Ethereum y Tether sirvió como una forma de respaldo de valor:

“Solía ​​​​ser escéptica con respecto a las criptomonedas, debo admitirlo, pero debido a la guerra, tuve que darles una oportunidad”.

Como dato interesante, de acuerdo con el portal CoinATMradar, en Polonia hay más de 175 cajeros automáticos Bitcoin, los cuales han servido como alternativa para refugiados que huyeron con criptomonedas como Bitcoin para poder acceder a la moneda local.


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Fuente: CNBC

Versión de Angel Di Matteo / DiarioBitcoin

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