Por David Datica  

Tras las crisis en Grecia y Chipre, también la península italiana está enviando señales alarmantes a medida que las reglas bancarias europeas tienden a constreñir la acción estatal.

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El 25 de junio, el gobierno de Italia formalizó el rescate de dos bancos mutuales de tamaño mediano (el Banco Popolare di Vicenza y el Veneto Banca) que estaban al borde de la bancarrota, tras no poder encontrar ningún inversor en el mercado que pudiera ayudarlos.

Tales situaciones han provocado que los inversores a lo largo de Europa se cuestionen la seguridad del sistema bancario. Las características particulares del rescate financiero de los bancos de Chipre en el 2013 llevaron a un significativo aumento del precio de Bitcoin, pues los inversores buscaban un activo seguro y con acceso a liquidez. Aún queda por ver el impacto que podrían tener futuros rescates bancarios sobre el sistema financiero alternativo propuesto por las criptomonedas.

El costoso rescate de los bancos venecianos

El Estado italiano pondrá 4.785 millones de euros sobre la mesa para que el Intesa Sanpaolo, el primer banco minorista de Italia, adquiriese ambos bancos. Pier Carlo Padoan, Ministro de Economía, afirmó que el costo total de las garantías públicas en esta transacción podría sumar hasta 17 mil millones de euros, para cubrir el deteriorado crédito de ambos bancos.

El rescate de ambos bancos fue llevado a cabo por el gobierno, empleando, por tanto, fondos públicos italianos, y no por un mecanismo europeo. Este rescate podría permitirle a Italia resolver a su manera esta crisis, la más reciente en el sector bancario italiano que da muestras de ceder bajo la presión de varias deudas dudosas, que representan un tercio del total en toda la zona Euro.

Lo más llamativo de este rescate es que resultó imposible liquidar ambos bancos sin emplear el dinero de los ciudadanos. Este caso italiano también demuestra los límites de la BRRD (Directiva de Recuperación y Resolución Bancaria, Bank Recovery and Resolution Directive), la cual está basada en el principio de que ni un centavo del dinero público debería emplearse para rescatar a un banco mal manejado. Es una derrota lamentable para aquellos que deseaban romper los vínculos entre los Estados y los bancos.

Bancarrota evitada para el Banco Popular

Santander ha comprado el Banco Popular Español SA tras su colapso, por el precio simbólico de 1 Euro. El grupo garantiza la continuidad de los negocios de Banco Popular sin que los depositantes resulten afectados. Se trata de la primera prueba exitosa de una bancarrota para la Unión Bancaria Europea.

Este anuncio termina con semanas de suspenso, durante las cuales la gerencia de este preocupado banco buscó con ahínco una solución para sus problemas de liquidez. La situación se tornaba insostenible, a medida que el Banco Popular quedaba atrapado en una espiral del mercado de valores durante la cual su capitalización en la bolsa de Madrid se hundió desde 2,7 mil millones de euros a 1,4 mil millones de euros en solo una semana.

Así, el Popular también se convierte en el primer banco en ser rescatado por el nuevo mecanismo europeo dirigido a prevenir el contagio de las crisis bancarias entre los Estados. Si bien la operación representa pérdidas pesadas para los accionistas, garantiza la seguridad de los depósitos y la continuidad de la actividad comercial. “Le damos la bienvenida a los clientes del Banco Popular”, anunció Ana Botín, Presidenta del Grupo Santander, en sus medios sociales. “Trabajaremos para darles el mejor servicio durante este periodo de transición, y en el futuro”.

Desde la facción dentro del gobierno que enfatizó en días recientes la estabilidad del sector financiero español, el Ministro de Economía, Luís de Guindos, destacó que la operación no tuvo nada que ver con el rescate de Bankia: en el 2012, de Guindos estuvo involucrado en la movilización de 22,4 mil millones de euros en fondos públicos, causando dudas en el mercado sobre la solvencia del país.

En esta ocasión, señala el ministro, “la operación toma lugar sin que intervengan fondos públicos y sin contagio entre riesgo bancario y riesgo soberano. La situación actual es muy distinta a la  del 2012, gracias a la buena salud de todo el sector financiero y de la economía española en general.”

 Regresan los rescates bancarios

A pesar de todo el dinero invertido en mejorar la situación de los bancos en problemas, países como Portugal e Italia aún se enfrentan a una inestabilidad financiera, a medida que la economía local sigue en aprietos y siguen siendo necesarias inyecciones de dinero público.

Otro rescate público, esta vez del banco Monte Paschi, el cuarto mayor banco italiano, ya está en la lista. El rescate planea inyectar 6,6  mil millones de euros en ayuda estatal, que serán anunciados por la Comisión Europea dentro de poco.

Fuente: CoinTelegraph

Traducido por David Datica para Diario Bitcoin

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