Por Canuto  

La gran apuesta de la IA en Europa se centra en centros de datos y energía. Los inversionistas miran más allá del software hacia la infraestructura que sostiene la revolución de la inteligencia artificial. Fondos globales apuestan miles de millones en compañías europeas de energía, cables y telecomunicaciones.

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● Inversores como BlackRock y JPMorgan ven en la infraestructura europea la clave del auge de la IA
● Empresas energéticas y de telecomunicaciones lideran las ganancias con alzas de hasta 111% en el año
● Europa busca reducir su dependencia tecnológica de Estados Unidos y Asia con centros de datos propios


El entusiasmo global por la inteligencia artificial ha impulsado a los mercados bursátiles a máximos históricos. Sin embargo, en Europa la verdadera ola no está en el software, sino en la infraestructura que sostiene a los centros de datos y la energía necesaria para entrenar y operar modelos avanzados.

Un índice personalizado que sigue a diez firmas europeas vinculadas a este ecosistema, incluyendo operadores de centros de datos, fabricantes de cables y proveedores de energía, ha subido 23% en lo que va del año. La cifra supera el avance de 12% del Stoxx Europe 600 y, en algunos casos, incluso el desempeño del Nasdaq 100 en Estados Unidos. Entre los inversionistas que impulsan esta tendencia están BlackRock Inc., JPMorgan Asset Management y Ninety One Plc, que ven en estas compañías un terreno fértil para cerrar la brecha frente a los gigantes tecnológicos estadounidenses.

Energía y centros de datos: la base del nuevo auge

El apetito por la inteligencia artificial está disparando la demanda de energía. Siemens Energy AG se ha convertido en el ejemplo más claro: sus acciones subieron 111% este año. Según Helen Jewell, directora de inversiones en BlackRock, “el futuro de la IA en Europa está menos en el software y más en la estabilidad de la red eléctrica, la eficiencia energética y la capacidad de transmitir energía a los centros de datos”.

El papel de Siemens Energy se refuerza por su posición en el sector de turbinas de gas, donde junto con GE Vernova Inc. y Mitsubishi Heavy Industries controla más del 70% de la capacidad de producción. A pesar de sus ganancias, sus acciones aún cotizan con un descuento de 60% respecto a su competidor estadounidense, lo que para muchos representa una oportunidad.

La tendencia se fortaleció en enero, cuando el entonces presidente Donald Trump anunció una alianza encabezada por SoftBank, OpenAI y Oracle para invertir miles de millones en infraestructura de inteligencia artificial, lo que impulsó aún más la confianza en Siemens Energy.

Fabricantes de cables y equipos, otro frente ganador

El auge no se limita a la energía. El fabricante italiano de cables Prysmian SpA, cuyas soluciones son clave para la transmisión de datos y electricidad, ha visto subir sus acciones 41% este año. La firma es considerada favorita por fondos como Edmond de Rothschild Fund Big Data, gracias a su potencial de ganancias y valoración más baja frente a gigantes como ASML Holding NV.

De igual manera, la francesa Legrand SA, que fabrica equipos eléctricos, racks de servidores y sistemas de enfriamiento para centros de datos, elevó sus ingresos en 20% el año pasado gracias al auge de la IA. En julio, la empresa ajustó al alza su guía de ventas anuales tras el incremento de la demanda en este segmento.

Telecomunicaciones y redes: una oportunidad geopolítica

La oleada de inversiones también alcanza a las telecomunicaciones. Orange SA, que opera más de 70 centros de datos en Europa, anunció planes de expansión con miras a adaptar parte de su infraestructura a la IA.

Por su parte, Nokia Oyj, de Finlandia, podría beneficiarse del interés de los gobiernos europeos en evitar una dependencia excesiva de proveedores estadounidenses o chinos. Sus switches de red para centros de datos podrían aportar hasta €300 millones adicionales en ingresos hacia 2026, según estimaciones de Morgan Stanley.

El atractivo de estas compañías radica en que, además de su papel tecnológico, representan un movimiento estratégico frente a tensiones geopolíticas. Como explicó Xiadong Bao, de Edmond de Rothschild Asset Management, Europa prefiere fortalecer proveedores locales en lugar de depender de actores externos.

Riesgos y la visión a futuro

Pese al entusiasmo, existen riesgos. La liquidez es limitada, ya que pocos fondos pasivos siguen esta temática, y las regulaciones sobre inteligencia artificial podrían frenar el ritmo de adopción. Sin embargo, las inversiones ya comenzaron a fluir. Nvidia anunció la expansión de centros tecnológicos en Reino Unido, Francia, España y Suecia, consolidando la apuesta europea en esta carrera.

Para los gestores de fondos, la historia de la IA en Europa apenas comienza. Como señaló Bao, “la carrera de la IA no es un sprint, es un maratón; la monetización crecerá de manera progresiva”.

En otras palabras, mientras que Estados Unidos lidera en software y chips, Europa está cimentando su posición en el terreno de la energía y la infraestructura, pilares sin los cuales la inteligencia artificial simplemente no puede funcionar.


Imagen original de DiarioBitcoin, creada con inteligencia artificial, de uso libre, licenciada bajo Dominio Público.

Este artículo fue escrito por un redactor de contenido de IA y revisado por un editor humano para garantizar calidad y precisión.


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