Por Angel Di Matteo   𝕏 @shadowargel

Un tribunal federal de Estados Unidos declaró culpable al director Carl Erik Rinsch por fraude y lavado de dinero, tras determinar que desvió USD $11.000.000 entregados por Netflix para invertirlos en opciones bursátiles y criptomonedas.

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  • El director utilizó fondos destinados a una serie de ciencia ficción para operaciones especulativas en bolsa y criptoactivos.
  • Netflix perdió más de USD $55.000.000 en un proyecto que nunca se completó.
  • La sentencia podría alcanzar hasta 20 años de prisión por los cargos federales.

 

La justicia federal de Estados Unidos condenó esta semana al director de cine Carl Erik Rinsch por múltiples delitos financieros, luego de comprobarse que utilizó millones de dólares entregados por Netflix para inversiones en el mercado bursátil y en criptomonedas. El caso, seguido de cerca por la industria del entretenimiento y el sector financiero, expone uno de los mayores escándalos recientes vinculados al uso indebido de capital corporativo en proyectos creativos.

Según declaró el fiscal federal Jay Clayton tras conocerse el veredicto, Rinsch tomó USD $11.000.000 que estaban destinados exclusivamente a la producción de una serie televisiva y los desvió hacia transacciones de alto riesgo. De acuerdo con la acusación, el dinero fue utilizado en opciones bursátiles y operaciones con criptoactivos, incluyendo compras y ventas de Bitcoin y otras criptomonedas, en un intento de obtener ganancias rápidas fuera del objetivo original del financiamiento, reseña el medio Deadline.

El fiscal subrayó que la condena envía un mensaje claro a la industria y a los inversionistas. Clayton afirmó que cuando alguien roba a los inversores, las autoridades seguirán el rastro del dinero hasta exigir responsabilidades penales. La audiencia de sentencia fue programada para el 17 de abril de 2026, fecha en la que el director conocerá la pena definitiva que podría enfrentar.

Un esquema de fraude vinculado a inversiones especulativas

La acusación formal presentada a inicios de este año por fiscales federales sostiene que Rinsch diseñó y ejecutó de manera consciente un esquema para defraudar. El documento judicial señala que el director obtuvo dinero mediante falsas pretensiones, asegurando que los fondos serían usados para cubrir necesidades de preproducción, producción y postproducción de su ambicioso proyecto televisivo.

En la práctica, el dinero fue redirigido a actividades completamente ajenas a la serie. Durante el juicio se detalló que una parte relevante del capital terminó en operaciones de opciones bursátiles altamente volátiles, mientras otra fracción fue destinada a transacciones con criptomonedas. Estas inversiones, lejos de generar retornos sostenibles, agravaron las pérdidas y contribuyeron al colapso financiero del proyecto.

El caso resulta especialmente relevante en un contexto donde las criptomonedas han ganado protagonismo como activos especulativos, tanto para inversionistas institucionales como individuales. Estos activos se caracterizan por su alta volatilidad, lo que las convierte en instrumentos de alto riesgo en materia de inversión.

La defensa de Rinsch y un juicio atípico

En una decisión poco común, Carl Erik Rinsch optó por testificar en su propia defensa durante el juicio. El director se declaró no culpable y sostuvo que los millones recibidos de Netflix correspondían al reembolso de fondos personales que él mismo había invertido previamente en el proyecto. Según su versión, el dinero no constituía un nuevo financiamiento, sino una compensación legítima.

Rinsch también argumentó que parte del material ya filmado podía servir como base para negociar una segunda temporada con la plataforma de streaming. Su defensa fue respaldada parcialmente por referencias a la etapa inicial del proyecto, en la que incluso el actor Keanu Reeves, protagonista de películas como Matrix y John Wick, había elogiado la serie.

Sin embargo, el jurado no aceptó esta narrativa. Durante el proceso declararon exejecutivos de Netflix, incluyendo a Cindy Holland, actualmente ejecutiva de streaming en Paramount, y a Peter Friedlander, quienes describieron una relación cada vez más tensa con el director y una falta total de resultados concretos pese al volumen del financiamiento entregado.

Millones perdidos y un proyecto abandonado

El proyecto en cuestión, inicialmente titulado White Horse y luego rebautizado como Conquest, fue adquirido por Netflix en 2018 por más de USD $61.000.000, tras ser arrebatado a Amazon en una etapa temprana. En ese momento, la plataforma apostó fuerte por la visión del director, otorgándole incluso control de corte final sobre la serie.

Entre 2018 y 2020, Netflix desembolsó aproximadamente USD $44.000.000 sin obtener avances sustanciales. En 2020, Rinsch solicitó y recibió un pago adicional de USD $11.000.000, alegando necesidades urgentes para completar la producción. Un año después, en 2021, Netflix canceló definitivamente el proyecto al no existir material finalizable.

La compañía terminó registrando una pérdida superior a USD $55.000.000. Posteriormente, un tribunal arbitral falló a favor de Netflix en 2024, ordenando a Rinsch pagar USD $12.000.000, luego de que el director afirmara, sin éxito, que la empresa le adeudaba USD $14.000.000 adicionales.

Cargos federales y posibles consecuencias penales

De acuerdo con la acusación del Distrito Sur de Nueva York, Rinsch enfrenta un cargo de fraude electrónico, con una pena máxima de 20 años de prisión, un cargo de lavado de dinero con la misma pena potencial, y cinco cargos adicionales por transacciones monetarias con bienes derivados de actividades ilícitas, cada uno con una condena máxima de 10 años.

El director permanece en libertad bajo fianza, tras haber depositado una garantía de USD $100.000 luego de la acusación formal emitida por el Departamento de Justicia en marzo. Durante el juicio, quedó registrado que Rinsch se declaró sin ingresos y que aún no ha reembolsado a Netflix ninguna parte del dinero ordenado por el arbitraje.

Netflix rechazó emitir comentarios públicos sobre el veredicto cuando fue consultada por el medio Deadline. El caso, no obstante, ya se perfila como un precedente clave sobre los límites legales del uso de capital corporativo, especialmente cuando se combina con inversiones en mercados de alto riesgo como las criptomonedas.

Artículo escrito con ayuda de un redactor de contenido de IA, editado por Angel Di Matteo / DiarioBitcoin

Imagen original de Unsplash


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