Por Angel Di Matteo   𝕏 @shadowargel

Los datos del más reciente informe muestran cierta moderación en los índices inflacionarios, lo cual podría jugar a favor de un eventual recorte sobre las tasas de interés por parte de la FED para cerrar este 2025.

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  • El indicador PCE subyacente de septiembre se ubicó en 2,8% interanual, por debajo de lo esperado.
  • Los mercados reaccionaron favorablemente ante la expectativa de un recorte de tasas.
  • La FED llega dividida a su decisión de política monetaria de la próxima semana.

 

El Índice de Precios al Consumidor (PCE), uno de los principales indicadores inflacionarios que suele considerar la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) para futuras decisiones referentes al rumbo económico de la nación, se mostró ligeramente similar a las proyecciones presentadas por varias firmas de análisis, por lo que generan lecturas mixtas, aunque mayormente positivas, frente a un posible recorte a las tasas de interés antes de cerrar este año.

Al respecto, el Departamento de Comercio informó que el PCE subyacente aumentó 0,2% en septiembre y un 2,8% en comparación con el mismo periodo del año anterior. La lectura interanual cayó respecto al 2,9% registrado en agosto y se situó 0,1 puntos por debajo del consenso de los analistas. El avance mensual, en cambio, estuvo en línea con la proyección de Dow Jones.

En tanto, el PCE general avanzó 0,3% en el mes, lo que llevó también su tasa interanual a 2,8%. Esa cifra coincidió con las expectativas del mercado, aunque significó un ligero repunte frente al 2,7% observado en agosto.

Estos datos fueron publicados por la Oficina de Análisis Económico tras un retraso debido al cierre parcial del gobierno estadounidense, que había pausado la recolección de la información estadística.

FED dividida antes de la decisión sobre tasas

La FED toma decisiones de política monetaria guiándose en gran medida por la evolución del PCE, y especialmente de su versión subyacente. Para los funcionarios, este indicador ofrece una visión más precisa de la tendencia a futuro de los precios, ya que excluye componentes más volátiles como alimentos y energía.

El informe de septiembre llega como la última lectura inflacionaria disponible antes de que concluya el próximo encuentro del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) el miércoles. Por lo tanto, se convierte en una referencia clave para la expectativa de los inversionistas.

La reacción de los mercados fue inmediata. Las acciones subieron y los futuros de tasas pasaron a reflejar una probabilidad casi asegurada de un recorte de un cuarto de punto. Sin embargo, la división dentro de la FED sigue siendo notoria.

Un sector entre los miembros de la FED defiende seguir reduciendo las tasas de interés para evitar un mayor deterioro en el mercado laboral. Otro sector considera que la inflación aún podría ser persistente, por lo que insiste en mantener una postura más restrictiva durante más tiempo.

Los datos económicos disponibles siguen enviando señales mixtas sobre el empleo, lo que añade complejidad al escenario. Mientras cifras privadas sugieren más despidos, las solicitudes de beneficios por desempleo disminuyeron la última semana, según el Departamento de Trabajo.

Ingresos, consumo y precios sectoriales

El reporte también dio cuenta del comportamiento del ingreso y el gasto de los consumidores, piezas esenciales para analizar la fortaleza económica general. Los ingresos personales crecieron 0,4% durante septiembre, superando en 0,1 puntos las expectativas. El gasto avanzó 0,3%, ligeramente por debajo de lo estimado.

Al revisar la inflación por componentes, los precios de bienes mostraron un incremento de 0,5% en el mes. Analistas señalaron que los aranceles impulsados por el presidente Donald Trump continúan presionando las cadenas de suministro, elevando el costo de productos adquiridos por los consumidores estadounidenses. En servicios, el movimiento fue más moderado con un alza de 0,2%.

El costo de los alimentos aumentó 0,4%, mientras que la energía subió 1,7%, lo que evidencia que ambos rubros aún no muestran señales claras de moderación. Pese a estas presiones, la tasa de ahorro personal se mantuvo estable en 4,7%, igual que en agosto.

Ánimo del consumidor e inflación futura

Otro indicador publicado el viernes reflejó que el sentimiento del consumidor se mantiene relativamente firme. El índice de confianza de la Universidad de Michigan para inicios de diciembre se ubicó en 53,3 puntos, un avance de 4,5% respecto al mes previo y por encima del pronóstico de Wall Street de 52 puntos.

Las expectativas inflacionarias, un aspecto clave para la FED porque ayuda a anticipar comportamientos futuros de precios y salarios, mostraron un descenso importante. La perspectiva a un año bajó a 4,1%, mientras que la proyección a cinco años retrocedió a 3,2%. Ambas cifras son las más bajas desde enero.

Estos datos sugieren que los consumidores están comenzando a percibir un alivio gradual en la presión inflacionaria, lo que podría brindar más confianza a quienes dentro del FOMC apoyan un recorte de tasas.

Sin embargo, las posiciones enfrentadas dentro del banco central hacen difícil anticipar con certeza la decisión final. La FED deberá equilibrar las señales de desaceleración en precios con la posibilidad de que el mercado laboral aún esté lejos de mostrar un deterioro crítico.

La reunión de la próxima semana será determinante para definir el rumbo de la política monetaria en los meses por venir y para evaluar la magnitud de la flexibilización que los inversionistas esperan. Todo esto ocurre en un contexto donde la estabilidad inflacionaria sigue siendo un objetivo esencial para la autoridad monetaria estadounidense.

Artículo escrito con ayuda de un redactor de contenido de IA, editado por Angel Di Matteo / DiarioBitcoin

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