Por Hannah Pérez  

A pesar de haber conquistado un nuevo máximo histórico de más de USD $126.000, Bitcoin está cerrando el año con pérdidas, siendo superado con creces por las ganancias meteóricas anuales del oro y la plata.

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  • A pesar de haber conquistado un nuevo máximo histórico, Bitcoin está cerrando el año con pérdidas.
  • Bitcoin rompió un récord sobre USD $126.000 en octubre, pero desde entonces ha caído un 30%.
  • En contraste, el oro y la plata han subido hasta más de 100% en 2025, consolidándose como refugios de valor.
  • La narrativa de Bitcoin como ‘oro digital’ perdió fuerza mientras los metales tradicionales brillaron este año. 

 

En un giro inesperado para los mercados financieros, el oro y la plata han emergido como los grandes ganadores de 2025, superando ampliamente a Bitcoin como refugios contra la erosión del valor del dinero fiduciario.

A pesar de que Bitcoin (BTC) alcanzó un nuevo máximo histórico (ATH) de USD $126.080 el 6 de octubre, elevando su capitalización de mercado a un pico sin precedentes de USD $2,5 billones, la criptomoneda se ha revertido un 30% para cerrar el año con pérdidas, mientras que los metales preciosos registran ganancias explosivas.

Bitcoin, que comenzó el año con expectativas alcistas impulsadas por predicciones de un “comercio de devaluación” debido a políticas monetarias ultra laxas y déficits fiscales, no ha logrado mantener su momentum. Tras el rally de octubre, una fuerte corrección borró todas las ganancias anuales, llevando el precio por debajo de los USD $90.000.

Este 30 de diciembre, Bitcoin cotiza alrededor de los USD $88.000, lo que representa una caída de aproximadamente el 6% en el año. Esta contracción ha decepcionado a inversores que veían en la criptomoneda una cobertura alternativa a activos físicos tradicionales.

El oro y la plata brillan en 2025

En contraste, el oro ha subido casi un 70% desde el 1 de enero de 2025, consolidándose como un activo de refugio confiable. Según análisis técnicos, el metal amarillo ha permanecido por encima de su media móvil simple de 200 días durante alrededor de 550 días consecutivos de trading, marcando la segunda racha más larga en registro, solo superada por el período posterior a la crisis financiera de 2008.

Esta fortaleza en las gráficas subraya cómo los inversores han favorecido al oro en medio de un entorno económico marcado por la devaluación del dinero papel y la pérdida de poder adquisitivo.

La plata, por su parte, ha experimentado un ascenso aún más impresionante, con un incremento de cerca del 150% en el mismo período. Ambos metales han capitalizado el “comercio de devaluación“, atrayendo flujos de inversión que buscan protección contra las políticas monetarias expansivas y los déficits fiscales que han erosionado el valor de las divisas tradicionales.

“El oro lleva aproximadamente 26 semanas por delante de BTC, y su consolidación el verano pasado coincide con la pausa actual de Bitcoin“, declaró Lewis Harland, gestor de carteras de Re7 Capital, a CoinDesk. “La renovada fortaleza del metal refleja un mercado que cada vez más descuenta una mayor devaluación de la moneda y tensión fiscal hasta 2026, un contexto que ha respaldado constantemente a ambos activos, con Bitcoin respondiendo históricamente con mayor fuerza“.

Bitcoin pierde impulso como «oro digital»

Este año ha destacado una divergencia notable en el ecosistema de criptomonedas. A pesar de avances regulatorios e institucionales, los tokens de capa 1 han tenido un bajo rendimiento, con una desconexión entre el crecimiento en el uso de redes y el valor total bloqueado (TVL) versus retornos estancados o negativos en los precios de las criptomonedas.

Bitcoin, a menudo promocionado por sus entusiastas como “oro digital”, no ha podido capitalizar el mismo impulso que propulsó a los metales preciosos, lo que ha llevado a analistas a cuestionar su rol inmediato como protector contra la inflación y la devaluación.

Mirando hacia 2026, las expectativas para Bitcoin podrían mejorar. Según las predicciones en Polymarket, hay un 40% de probabilidad de que la criptomoneda insigne sea el activo de mejor rendimiento el próximo año, por encima del oro (33%) y las acciones (25%). Sin embargo, por ahora, 2025 se recordará como el año en que los metales tradicionales reclamaron su estatus como guardianes del valor.

Este giro en los mercados resalta la volatilidad inherente de los activos digitales frente a la estabilidad percibida de los productos básicos físicos. Inversionistas institucionales y minoristas han optado por el oro y la plata como coberturas más predecibles en un contexto de incertidumbre económica global, donde las políticas monetarias continúan presionando el valor del dinero fiduciario.

Artículo redactado con ayuda de IA, editado por DiarioBitcoin

Imagen generada con herramienta de IA, bajo licencia de uso libre

 


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