Por Angel Di Matteo   @shadowargel

El acérrimo defensor de Bitcoin compartió algunas reflexiones sobre la evolución de la moneda digital frente al panorama actual, indicando que esta cumple su función y se fortalece mientras los gobiernos afrontan crisis estructurales.

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  • El cierre del gobierno estadounidense refuerza el mensaje de Keiser sobre el fin del sistema fiat.
  • El veterano inversor sostiene que Bitcoin no desafía al dólar, sino que lo reemplaza.
  • Keiser ve en el auge de Bitcoin una “justicia poética” frente al colapso monetario.

Mientras Estados Unidos enfrenta un nuevo cierre de gobierno, el veterano analista y uno de los más acérrimos defensores de Bitcoin, Max Keiser, afirma que el evento es mucho más que una crisis política. Para él, es el símbolo del fin del dinero fiduciario y la confirmación del propósito original de la principal moneda digital.

“El destino del dólar se selló en 2009”

En una entrevista reciente para el medio BeInCrypto, Keiser describió el momento actual como “poético” y “predecible”. Según él, la historia de la caída del dólar comenzó el 3 de enero de 2009, el día en que se minó el bloque génesis de Bitcoin.

“El segundo en que se minó el bloque génesis, el destino del dólar estadounidense y de todo el dinero fiat quedó sellado. El experimento de 300 años con bancos centrales terminó. Fracasó. No se puede imprimir prosperidad”, sentenció Keiser.

El veterano inversor ha sostenido durante más de una década que el colapso de los sistemas centralizados no es una posibilidad teórica, sino una consecuencia inevitable de su propio diseño.

Bitcoin como espejo del colapso del sistema fiat

Para Keiser, el auge reciente de Bitcoin —que alcanzó un máximo histórico de USD $126.199 — no es una casualidad. Es una manifestación directa de la pérdida de confianza en el sistema tradicional.

“Cada vez que los gobiernos fallan en mantener su palabra o cierran sus puertas, Bitcoin sube. Es la inversa de la confianza en el Estado”, explicó.

Keiser sostiene que Bitcoin no es una rebelión contra el dólar, sino una corrección natural en la historia económica. “No es una revolución. Es una evolución. Bitcoin simplemente reemplaza lo que dejó de funcionar”, afirmó, enfatizando que el momento actual es una suerte de justicia poética, dado que la moneda digital está resultando ser más fuerte en un momento en el que los gobiernos se muestran más débiles a nivel estructural.

“Es el mercado dándole su veredicto final al dinero sin respaldo. El dólar, el euro, el yen… todos dependen de la fe, no de la verdad. Bitcoin, en cambio, se basa en la matemática, no en la política”, añadió.

Para Keiser, la caída del dólar no significa caos, sino transición: el paso de un sistema inflacionario, dependiente de la deuda, hacia uno basado en la escasez verificable.

“No se puede imprimir confianza”

Keiser también criticó las políticas de expansión monetaria que caracterizaron la última década en Estados Unidos, argumentando que las sucesivas rondas de “quantitative easing” erosionaron la credibilidad del sistema financiero.

“Puedes imprimir dinero, pero no puedes imprimir confianza”, dijo. “Y la confianza es lo único que sostenía al dólar”, agregó.

El cierre del gobierno, en su opinión, no es un evento aislado, sino la evidencia de que el sistema político y monetario estadounidense ha llegado a su límite operativo.

Por el contrario, Keiser considera que la integración de Bitcoin en plataformas tecnológicas como Cash App y Square, impulsada por Jack Dorsey, marca un punto de no retorno. Para él, cada paso hacia la digitalización financiera confirma que “el futuro no pertenece a los bancos, sino al código”.

“Jack Dorsey acaba de clavar otro clavo en el ataúd del sistema bancario. El dinero programable está aquí para quedarse, y ningún banco central puede detenerlo”, indicó.

El dólar como reliquia nominal

Sobre el futuro de las stablecoins, Keiser fue mordaz. Aseguró que, incluso si el nombre “USD” se mantiene, ya no representará lo que alguna vez fue.

“Las stablecoins seguirán usando la palabra ‘dólar’, pero será un cascarón vacío. Un término sin relación con el Tesoro de Estados Unidos ni con ningún activo real”, sostuvo.

En su visión, Bitcoin no necesita reemplazar el dólar físicamente: basta con hacerlo irrelevante.

Para Max Keiser, cada nueva crisis política en Washington solo acelera un proceso que comenzó hace más de quince años. Si el cierre del gobierno simboliza el agotamiento de la gobernanza fiat, el ascenso de Bitcoin representa la respuesta espontánea del mercado.

Bitcoin no destruye nada. Solo revela qué cosas nunca fueron reales”, concluyó Keiser.


Artículo escrito con ayuda de un redactor de contenido de IA, editado por Angel Di Matteo / DiarioBitcoin

Imagen original de DiarioBitcoin, creada con inteligencia artificial, de uso libre, licenciada bajo Dominio Público.


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