Por Angel Di Matteo   @shadowargel

Esta cronología refleja las intenciones del gobierno cubano en relación a estas tecnologías, destacando la utilidad que podrían tener tanto para resolver problemas presentes en el país como para establecer controles más rígidos para los ciudadanos residentes.

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Hace algunos días, varios medios locales e internacionales anunciaron planes por parte de la Universidad de la Habana en Cuba para investigar y desarrollar soluciones con tecnología Blockchain. Estas soluciones estarían destinadas a respaldar labores en ciertos sectores importantes para la economía local.

Sin embargo, es bien sabido que las propiedades y la visión filosófica que caracterizan a esta tecnología tienen un fuerte énfasis en la libertad y la descentralización de las operaciones, sin dejar de lado la inmutabilidad y seguridad de la información, cosas que parecieran entrar en contradicción con el sistema de gobierno instaurado desde la época de Fidel Castro hasta la actualidad, donde el Estado ejerce fuertes controles económicos y políticos sobre los ciudadanos comprometiendo muchos derechos que son comunes en gran cantidad de naciones.

Dado que este no ha sido el único anuncio que parece indicar un interés por parte del país en las aplicaciones de la tecnología, presentamos un resumen que recoge algunas ideas y reportes, con la finalidad de evaluar cuál es el interés de la nación caribeña tras el uso de Blockchain.

Aplicaciones en distintos sectores

Remitiéndonos a las noticias más recientes, de acuerdo con información publicada por el medio local PeriodicoVictoria.cula Universidad de La Habana tiene tiempo investigando las posibles aplicaciones de esta tecnología, pensando especialmente en algunos casos de uso que permitan abordar ciertos problemas presentes dentro de diversos sectores.

Según informa el doctor de la Facultad de Matemática e Informática de la Universidad de La Habana, Miguel Katrib, aunque la tecnología no aplica para resolver cualquier clase de dificultad, aspectos como el diseño de contratos inteligentes y la creación de tokens en representación de activos de valor abren el espectro para pensar en soluciones diversas, como por ejemplo redes de financiación colectivas, control en el manejo de las historias médicas, creación de récipes para medicamentos o mecanismos de pago por concepto de actividades turísticas.

Para ello, Katrib aseguró que ya la universidad trabaja en el diseño de algunos casos de uso, los cuales tiene pensado presentar a los asistentes al Segundo Congreso de Cibersociedad Cuba 2019, el cual está programado entre los días 14 y 18 de octubre del presente año.

Fuertes contradicciones

A pesar de que las intenciones de la universidad a la hora de diseñar soluciones con esta tecnología parecieran buscar avances a nivel económico y social, resulta conveniente recordar las palabras del historiador estadounidense Melvin Kranzberg, quien aseguró que “la tecnología no es ni buena ni mala, pero tampoco es neutra puesto que requiere de un marco de aplicación para poder emitir juicios sobre ella”.

Diversos críticos dentro del ecosistema de las monedas digitales y el ecosistema Blockchain ven con mucha cautela cuando los gobiernos muestran interés en las propiedades que subyace todo lo relacionado con las monedas digitales, ya que el carácter inmutable de la información contenida en una red, de la mano con pocas garantías de descentralización en el manejo de la información, podrían convertir esta tecnología en un medio para perpetuar más controles sobre las personas si es el Estado el que administra el proceso.

Sin embargo, al explicar las diferencias entre redes públicas y privadas en la publicación del PeriodicoVictoria.cuel doctor Katrib aseguró que son justamente estas últimas las que mejor se ajustan para el escenario cubano, aludiendo que respaldarían de una mejor manera las soluciones que necesita el país para resolver sus problemas. Sin embargo, a la luz de lo antes expuesto, la utilización de una red privada escrita bajo las reglas de organismos de control bien podría establecer principios que menoscaben las pocas libertades que la población cubana aún poseen.

¿Eludir sanciones?

A la luz de los fuertes problemas económicos que vive la nación a razón del panorama internacional, dejando de lado lo relacionado a Blockchain, tenemos el papel que juegan las criptomonedas en la actualidad, donde exponentes como Bitcoin, Ethereum o Bitcoin Cash constituyen una excelente herramienta para transferir o almacenar valor a muy bajo costo.

Aunque en la actualidad las principales monedas digitales no gozan de la legitimidad suficiente para ser reconocidas como medios oficiales de pago en algún país (salvo ciertas excepciones), la base de usuarios e inversionistas que ingresan a diario a este ecosistema las convierte en activos muy preciados, porque se utilizan para fines comerciales tomando como referencia el valor de las criptomonedas en los principales mercados.

En este orden de ideas, los gobiernos de países como Rusia y Venezuela observan con buenos ojos el uso de criptomonedas para fines económicos. En el caso del país asiático-europeo, un economista con conocimiento del caso aseguró que el presidente Vladimir Putin tiene pensado invertir parte de las reservas del país para la compra de Bitcoin. Mientras que en la nación sudamericana, fuentes cercanas aseguran que el banco central tiene pensado comenzar a guardar reservas en BTC y ETH en medio de los graves problemas hiperinflacionarios que afectan a la gran mayoría de los residentes.

Por ende, no es de extrañar que el gobierno local también tenga intenciones de comenzar a manejar criptomonedas para fines asociados con el comercio internacional, ya que la nación actualmente es objeto de sanciones por parte de EE.UU, país que adoptó una postura mucho más rígida desde que el presidente Donald Trump asumió la presidencia para el período 2017 – 2021.

¿Crear una criptomoneda?: El fracaso de Venezuela

Algunos expertos aseguran que otra opción que contemplaría el gobierno local sería la creación de una criptomoneda propia, con la cual poder eludir sanciones a través de operaciones comerciales que no puedan ser intervenidas por otros gobiernos.

Para ello, el excéntrico empresario John McAfee, que dirige una de las compañías de software antivirus más famosas, McAfee, durante su estadía en territorio cubano aprovechó la oportunidad para ofrecer su colaboración al gobierno local para crear una criptomoneda propia, asegurando ser una de las personas mejor capacitadas en todo el mundo para impulsar una iniciativa como esta.

Lo contradictorio en este caso es que fue el mismo McAfee quien aseguró que cualquier criptomoneda impulsada por un gobierno central estaría condenada al fracaso, justamente porque los Estados no pueden ofrecer las garantías que caracterizan a las monedas digitales que han resultado exitosas. Un buen ejemplo de ello es el caso del Petro en Venezuela, moneda digital desarrollada por el gobierno de Nicolás Maduro presuntamente respaldada por reservas petroleras, la cual actualmente posee muy mala reputación y es objeto de sanciones internacionales. Por ello, el gobierno obliga de diversos modos a los residentes a operar con ella para darle legitimidad a la fuerza.

A pesar de ser Venezuela el primer país en impulsar una moneda digital, de acuerdo con diversos analistas el Petro fracasó en todos los sentidos, principalmente porque el gobierno venezolano como entidad tras la moneda goza de muy poca credibilidad por parte de los inversionistas (locales e internacionales), y su manejo financiero va en contra de todos los principios que rigen las actividades de los mercados de valores.

Utilidad de estas tecnologías

Aunque tanto la tecnología Blockchain como las criptomonedas probaron ser muy beneficiosas para solventar gran cantidad de problemas, de momento no está muy clara cual sería la postura del gobierno cubano en cuanto al uso de estas tecnologías.

Analistas sugieren que lo más probable es que Cuba observe con mucho detenimiento el caso de Venezuela, y en función de sus necesidades comience a adoptar medidas que involucren un uso más activo de las criptomonedas más conocidas. Esto, sobre todo, como medio para la adquisición de productos y servicios provistos por otros países que tienen prohibido comerciar con la nación caribeña empleando monedas conocidas. Sería algo muy similar a lo que hace el gobierno de Corea del Norte para abastecerse desde fuera.

En cuanto al diseño de soluciones Blockchain, el temor latente es que la tecnología sirva como un medio para establecer un control más rígido sobre los ciudadanos, y que, por ejemplo, estableza mecanismos de monitoreo más sofisticados que mantengan a raya a la disidencia política.

Frente a todos los argumentos antes presentados, aún queda por ver la posición oficial del gobierno en relación a estas tecnologías, en especial a la luz de los fuertes problemas políticos y financieros que afronta la nación caribeña en la actualidad, los cuales agravaron tras las sanciones internacionales impuestas al Estado venezolano para las exportaciones de petróleo que comprometen el abastecimiento al país caribeño.

Artículo de opinión de Angel Di Matteo / DiarioBitcoin

Imagen de Pixabay

 

 

 

 

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