Por Angel Di Matteo   @shadowargel

El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, resiste una fuerte campaña del expresidente Donald Trump para forzarlo a bajar las tasas de interés o renunciar a su cargo. Sostiene que ceder ahora pondría en riesgo la independencia del banco central.

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● Trump redobla insultos y presiona públicamente a Powell para que reduzca las tasas.
● Powell se mantiene firme y rechaza renunciar antes de 2026.
● La Casa Blanca incluso cuestiona un proyecto de USD $2.500 millones en la FED.


El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED), Jerome Powell, ha dejado claro que no tiene intención de renunciar ni de ceder ante la creciente presión del mandatario Donald Trump para que reduzca las tasas de interés.

Según reportó CNN, Powell ha comentado en privado que abandonar su puesto en este momento enviaría un mensaje peligroso: que el banco central puede ser manipulado políticamente.

Powell, nominado originalmente por Trump en 2017, se ha convertido en el blanco de una agresiva campaña pública por parte del presidente y sus aliados. Sin embargo, se mantiene firme en su compromiso de preservar la autonomía de la Reserva Federal.

La aclaratoria vino a lugar un día después del encuentro entre Trump y Powell en las instalaciones de la FED, donde el director del banco central desmintió al presidente estadounidense respecto a los costos de las renovaciones en curso.

Una presión creciente desde la Casa Blanca

Durante semanas, Donald Trump ha intensificado su ofensiva contra Powell. Lo ha insultado repetidamente en público, calificándolo de “estúpido”, “cabeza hueca” y “una de mis peores designaciones”. En una declaración reciente, el mandatario afirmó: “Es como hablarle a una silla. No tiene personalidad”.

No solo Trump ha participado en estos ataques. Miembros de su equipo han difundido rumores sin confirmar sobre una posible renuncia de Powell. Además, la Casa Blanca ha comenzado a examinar un proyecto de construcción de USD $2.500 millones en la sede de la Reserva Federal, cuestionando los sobrecostos y sugiriendo que podrían servir como motivo de despido.

Durante su visita a las instalaciones de la FED, Trump le dio una palmada en la espalda a Powell y bromeó diciendo que “le encantaría que bajara las tasas de interés”. El directivo del banco respondió con una risa incómoda, pero evitó cualquier comentario o compromiso.

Powell permanece enfocado en su mandato

A pesar del acoso político, Powell ha seguido centrado en su labor técnica al frente de la FED. No ha emitido declaraciones partidistas ni señales de que esté considerando dimitir. Según personas cercanas, su intención es completar su mandato, que finaliza en mayo de 2026.

Powell ha construido su reputación como un funcionario sobrio y orientado por los datos. Sirvió en la administración de George H.W. Bush y luego se integró a la Reserva Federal, donde ha mantenido una postura apolítica. Este perfil fue clave para obtener apoyo bipartidista durante su confirmación en el Senado, incluso bajo el mando de Trump.

Hoy, ese mismo estilo reservado lo pone en conflicto con su antiguo nominador, quien busca decisiones más alineadas con sus objetivos políticos, especialmente en lo relacionado con la política monetaria expansiva.

Independencia institucional frente al ruido político

Legisladores republicanos como el senador Mike Rounds han confirmado la postura inflexible de Powell. “Le pregunté directamente si consideraría renunciar, y me dijo que no, que eso debilitaría la independencia de la Reserva Federal”, aseguró Rounds a CNN.

Las decisiones de Powell siguen guiándose por datos económicos, no por presiones externas. Su negativa a modificar las tasas de interés a pesar de los embates de la Casa Blanca es muestra de su compromiso con una política monetaria basada en fundamentos.

Fuentes internas de la FED señalan que su liderazgo mantiene una línea coherente y alejada del drama político. Según estas personas, Powell considera que mantenerse en silencio y firme es la mejor forma de proteger a la institución de influencias indebidas.

Lo que está en juego

La resistencia de Powell se produce en un contexto donde la Reserva Federal enfrenta decisiones críticas sobre inflación, crecimiento y estabilidad financiera. Las tasas de interés, que han permanecido estables en medio de presiones inflacionarias, son un instrumento clave del banco central para controlar la economía.

Una eventual renuncia precipitada del presidente de la FED podría provocar inestabilidad en los mercados financieros y debilitar la confianza global en la independencia del organismo. Por ello, su permanencia hasta 2026 no solo es un gesto de resistencia personal, sino una defensa institucional.

Hasta ahora, Powell ha dejado en claro que ni los insultos ni las insinuaciones políticas alterarán el rumbo de su gestión. Se mantendrá al frente de la FED, defendiendo su independencia, incluso si eso significa absorber ataques políticos por otro año más.


Artículo escrito por un redactor de contenido de IA. Editado por Angel Di Matteo / DiarioBitcoin

Imagen original de DiarioBitcoin, creada con inteligencia artificial, de uso libre, licenciada bajo Dominio Público


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