Por Canuto  

TRM Labs, una firma global de análisis de Blockchain, analiza el estado actual de adopción de criptomonedas en Venezuela en un contexto de sanciones aumentadas, hiperinflación y crisis política. 

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  • El equipo de TMR Labs analiza el estado actual de adopción de criptomonedas en Venezuela.
  • Los venezolanos recurren cada vez más a cripto en un contexto de sanciones, hiperinflación y crisis política.
  • A pesar de usos ilícitos, analistas destacan que el uso legítimo de stablecoins prevalece.
  • USDT se ha convertido en un salvavidas y una herramienta crucial en la vida cotidiana de venezolanos. 

 

En un contexto de tensiones globales y sanciones internacionales, Venezuela se posiciona como uno de los países con mayor adopción de criptomonedas en el mundo, según un informe reciente de TRM Labs.

El documento, titulado Understanding Venezuela’s Crypto Landscape Amid Global Tensions, destaca cómo las stablecoins, en particular el USDT de Tether —vinculada al dólar estadounidense—, han experimentado un expansión significativa, impulsada principalmente por usos legítimos que permiten a los venezolanos lidiar con la hiperinflación, el colapso económico y la limitada accesibilidad bancaria.

El informe surge en un momento de escalada en las presiones internacionales contra el régimen de Nicolás Maduro. Recién la semana pasada, las autoridades estadounidenses incautaron un gran petrolero venezolano acusado de evadir sanciones en envíos ilícitos de petróleo, un evento que subraya las vulnerabilidades del país en el comercio global y el posible rol de las criptomonedas en tales actividades.

Sin embargo, el análisis de TRM Labs enfatiza que, a pesar de los riesgos de uso ilícito, la adopción de activos digitales en Venezuela responde mayoritariamente a necesidades de supervivencia cotidiana, transformando estas herramientas digitales en una infraestructura financiera paralela esencial para millones de ciudadanos.

Stablecoins sustituyen a la banca tradicional

Venezuela enfrenta una de las crisis económicas más profundas de su historia reciente, caracterizada por hiperinflación, colapso en la producción petrolera, emigración masiva y un aislamiento del sistema bancario internacional debido a sanciones impuestas por Estados Unidos y otros países. Estas medidas, dirigidas contra la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), redes de envío y carteles vinculados al narcotráfico, han limitado drásticamente el acceso a servicios financieros tradicionales.

Ante este contexto desafiante y de incertidumbre, las criptomonedas han emergido como una alternativa viable. Según el informe de adopción de cripto de TRM para 2025, Venezuela ocupa el undécimo lugar entre los 20 países con mayor adopción global, un ranking que refleja no solo especulación, sino una integración profunda en la economía dolarizada informal del país.

La evolución del ecosistema cripto venezolano, como detalla el reporte, comenzó hace casi una década con el lanzamiento del Petro en 2018, una criptomoneda estatal respaldada por reservas petroleras que buscaba evadir sanciones y atraer inversión extranjera.

Sin embargo, el Petro fracasó en lograr adopción real y legitimidad internacional, sirviendo más como un experimento que normalizó el uso gubernamental de cripto. Para inicios de la década de 2020, con el endurecimiento de las sanciones que erosionaron el acceso bancario, el enfoque se desplazó hacia stablecoins como el USDT, que ofrecen estabilidad al estar ancladas al dólar estadounidense.

Esta transición ha sido impulsada por la necesidad económica. El informe resalta que las stablecoins se han convertido en un sustituto de la banca tradicional, facilitando transacciones diarias, remesas familiares y pagos a proveedores en un entorno donde la confianza en el bolívar es nula y el dólar físico es escaso.

En particular, USDT ha experimentado un auge exponencial para usos legítimos, primordialmente como cobertura contra la inflación, almacenamiento de valor y movimientos de dinero en una economía inestable.

“Los venezolanos recurren a stablecoins como el USDT para protegerse contra la inflación, almacenar valor y realizar transacciones en entornos con una infraestructura financiera poco fiable o restringida“, explica el reporte, subrayando cómo estos activos digitales permiten a los venezolanos sortear barreras financieras en su vida cotidiana.

Venezolanos recurren a plataformas P2P

Una de las métricas más reveladoras del informe es el uso de plataformas peer-to-peer (P2P) o de comercio entre pares. Datos de TRM indican que el 38% de las visitas a sitios cripto desde direcciones IP venezolanas se dirigen a una sola plataforma global con funcionalidad P2P, donde los usuarios convierten stablecoins en bolívares o dólares tradicionales.

Además, plataformas domésticas ofrecen billeteras móviles y soluciones de liquidación que integran bancos locales con billeteras no custodiados, facilitando transacciones minoristas y para pequeñas empresas.

Estas herramientas son cruciales para las remesas, un pilar de la economía venezolana: millones de emigrantes envían fondos desde el exterior a través de canales informales cripto, evitando comisiones bancarias elevadas y restricciones cambiarias.

En un país donde la hiperinflación ha pulverizado el poder adquisitivo, el USDT actúa como un refugio digital, permitiendo a familias almacenar valor y realizar pagos esenciales como alimentos, medicinas y servicios públicos.

Uso legítimo de stablecoins prevalece

A pesar de este enfoque en usos legítimos, que dominan el panorama según TRM, el informe advierte sobre vulnerabilidades estructurales que podrían facilitar actividades ilícitas, como la evasión de sanciones o el lavado de dinero relacionado con carteles y contrabando de petróleo. Patrones como monederos de corta duración, enrutamiento de alta velocidad y capas entre cadenas se asemejan a investigaciones sobre redes sancionadas. No obstante, el reporte enfatiza que estos riesgos no eclipsan la realidad humanitaria:

“El uso legítimo domina, impulsado por la necesidad de supervivencia en ausencia de banca tradicional“.

En el ámbito regulatorio, la Superintendencia Nacional de Criptoactivos (SUNACRIP) ha estado en reestructuración desde 2023, generando un entorno fragmentado con licencias ambiguas y supervisión limitada. Esto fomenta operaciones informales y dependencia de intermediarios extranjeros, lo que reduce la transparencia y aumenta el escrutinio internacional.

El informe de TRM Labs, en su revisión global de políticas cripto para 2025-2026, nota que la regulación de stablecoins avanza rápidamente en el mundo, pero en Venezuela persiste la ambigüedad, prolongando modelos informales.

USDT seguirá siendo un salvavidas en Venezuela

Mirando hacia el futuro, TRM identifica tres catalizadores clave que impulsarán la expansión de stablecoins: la inestabilidad macroeconómica mantendrá la demanda; la ambigüedad regulatoria perpetuará canales informales; y las plataformas alineadas con el Estado podrían expandirse, aumentando tanto la visibilidad gubernamental como el escrutinio externo.

Sin cambios significativos en la economía o la regulación, las stablecoins como USDT seguirán siendo un salvavidas para los venezolanos, equilibrando necesidades humanitarias con desafíos de cumplimiento.

Este análisis de TRM Labs ilustra la dualidad de cripto en Venezuela: una herramienta de resiliencia civil en medio de la adversidad, pero también un foco de preocupaciones globales. Mientras el país navega por estas tensiones, la adopción masiva de USDT para supervivencia cotidiana resalta cómo la innovación digital puede llenar vacíos dejados por sistemas tradicionales colapsados.

Artículo redactado con ayuda de IA, editado por DiarioBitcoin

Imagen de Unsplash


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