Por Angel Di Matteo   𝕏 @shadowargel

El gobierno de China presentó un borrador de normas que refuerzan el control estatal sobre sistemas de inteligencia artificial que interactúan como humanos, exigiendo transparencia, revisiones de seguridad y alineación ideológica con los valores oficiales del país.

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  • China obligará a las empresas a informar claramente cuando un usuario interactúe con inteligencia artificial
  • Los sistemas deberán cumplir controles de seguridad, ética y valores socialistas centrales
  • Beijing busca liderar la gobernanza global de la IA mientras mantiene fuertes restricciones internas

 

El gobierno de China anunció planes para endurecer la supervisión de los sistemas de inteligencia artificial que interactúan con las personas de forma similar a un ser humano. Las nuevas reglas obligarían a las empresas tecnológicas a informar claramente a los usuarios cuando estén comunicándose con una máquina y a cumplir estrictos lineamientos de contenido, seguridad y control ideológico.

El borrador del nuevo proyecto de ley fue publicado el día de hoy por la Administración del Ciberespacio de China para consulta pública. Según el documento, los comentarios serán aceptados hasta el 25 de enero. La iniciativa se enfoca en servicios de IA que simulan conversación, asesoría o interacción humana, un segmento que ha crecido rápidamente en el país.

Transparencia obligatoria y advertencias al usuario

Uno de los puntos centrales de las normas propuestas es la obligación de informar a los usuarios desde el primer momento que están interactuando con inteligencia artificial. Las empresas deberán notificarlo al iniciar sesión y repetir el aviso cada dos horas durante el uso continuo del sistema.

Además, los proveedores estarán obligados a alertar a los usuarios si el sistema detecta que existe una dependencia excesiva del servicio. Esta medida apunta a limitar el uso prolongado o emocionalmente dependiente de asistentes virtuales que simulan empatía o juicio humano.

Las autoridades también exigen que los sistemas cuenten con mecanismos claros para diferenciar contenido generado por IA frente a interacciones humanas reales. El objetivo declarado es reducir la confusión del usuario y evitar manipulación psicológica o informativa.

Requisitos de seguridad y control ético

Las empresas que ofrezcan inteligencia artificial con comportamiento humano deberán implementar controles de seguridad reforzados y procesos internos de revisión ética. Antes de lanzar cualquier función de este tipo, los proveedores deberán completar una revisión de seguridad y enviar un informe detallado a los reguladores de internet a nivel provincial.

Si un servicio alcanza 1 millón de usuarios registrados o 100.000 usuarios activos mensuales, la empresa estará obligada a presentar reportes adicionales ante las autoridades. Este umbral busca reforzar el control sobre plataformas de gran escala con impacto social significativo.

Los sistemas también deberán alinearse con los llamados “valores socialistas centrales” y no podrán generar ni difundir contenidos que amenacen la seguridad nacional, promuevan la secesión territorial o alteren el orden social y económico del país.

Crecimiento tecnológico bajo control estatal

La medida refleja la estrategia dual de China en materia de inteligencia artificial. Por un lado, el país impulsa activamente el desarrollo de esta tecnología como motor de crecimiento económico y competitividad global. Por otro, mantiene un enfoque restrictivo para evitar riesgos políticos y sociales.

De acuerdo con reportes previos citados por Cryptopolitan, el director ejecutivo de Nvidia, Jensen Huang, afirmó que China podría dejar atrás a Estados Unidos en la carrera por la inteligencia artificial. Estas declaraciones se produjeron en un contexto de fuerte inversión estatal y privada en el sector.

Sin embargo, las autoridades chinas han reiterado que el avance tecnológico no puede comprometer la estabilidad política ni el control informativo. La nueva normativa refuerza esta postura al imponer obligaciones estrictas a los desarrolladores.

China y la gobernanza global de la IA

Más allá del ámbito doméstico, Beijing busca posicionarse como líder en la creación de reglas internacionales para la inteligencia artificial. En julio, el gobierno chino presentó su Plan de Acción Global para la Gobernanza de la IA, con el objetivo de influir en estándares y marcos regulatorios a nivel mundial.

El plan propone iniciativas como la creación de una Organización Mundial de Cooperación en Inteligencia Artificial. Según Beijing, la IA debería considerarse un “bien público para la comunidad internacional”, gestionado bajo principios de seguridad y beneficios compartidos.

Este enfoque genera preocupación en países democráticos y defensores de la libertad de expresión. China ha intentado durante años influir en estándares tecnológicos globales mientras promueve controles estrictos sobre internet dentro de sus fronteras.

Libertad de expresión y censura algorítmica

Estudios publicados en octubre compararon políticas de inteligencia artificial en seis países. China ocupó el último lugar entre las principales potencias en protección de la libertad de expresión en sistemas de IA. Estados Unidos, la Unión Europea, Brasil, Corea del Sur e India obtuvieron mejores resultados.

Los hallazgos coinciden con la experiencia de los usuarios. Modelos de IA chinos como DeepSeek evitan responder sobre temas considerados políticamente sensibles por el gobierno. Este comportamiento refleja la aplicación de censura algorítmica alineada con los objetivos del Partido Comunista Chino.

A diferencia de la Unión Europea, que aprobó una ley integral conocida como el AI Act, China opera bajo una red compleja de normas gubernamentales y requisitos corporativos que funcionan como un sistema de control integrado.

Regulaciones previas y control del contenido

La principal norma vigente en China sobre inteligencia artificial generativa es la llamada Medidas Provisionales para la Gestión de Servicios de IA Generativa. Esta regulación exige que las empresas respalden los valores socialistas centrales y bloqueen contenidos que desafíen al gobierno o alteren el orden social.

Las reglas también establecen criterios estrictos para los datos de entrenamiento. Aunque el texto menciona principios como “veracidad”, “precisión” y “objetividad”, en la práctica prohíbe el uso de información que cuestione el sistema político, dañe la reputación del país o contradiga normas sociales, éticas y morales oficiales.

Con las nuevas normas propuestas, China refuerza un modelo en el que la inteligencia artificial avanza rápidamente, pero siempre bajo la supervisión directa del Estado y alineada con sus prioridades políticas y sociales.

Artículo escrito con ayuda de un redactor de contenido de IA, editado por Angel Di Matteo / DiarioBitcoin

Imagen original de DiarioBitcoin, creada con inteligencia artificial, de uso libre, licenciada bajo Dominio Público


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