Por Gustavo López  

Daniel Fraga aprovechó el endeble marco legal de Brasil en torno a las criptomonedas, para así evitar una serie de multas que contrajo debido a un material que publicó en Internet, en el que criticó duramente a uno de los candidatos a los comicios electorales de 2012 en Sao Paulo.   

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Daniel Fraga, un joven que vive en la ciudad de São Paulo, Brasil, abrió un canal de YouTube hace ya varios años para emitir sus opiniones sobre lo que estaba sucediendo en su ciudad. Poco después, el país realizó sus comicios generales y su canal cada vez se adentró más en el ámbito político.

Durante la temporada electoral brasileña de 2012, Fraga subió un video a YouTube en el que criticó a uno de los candidatos a la alcaldía de São Paulo, José dos Campos. En aquel video, Fraga expresaba su opinión ante el polémico punto de vista de Dos Campos, ya que el candidato había establecido que pediría al poder judicial la eliminación de los memes negativos de Facebook sobre su campaña.

Asimismo, Fraga también se centraba en el juez que simpatizó con la solicitud de José dos Campos, llegando a establecer multas para aquellos que hicieron circular los memes “ofensivos”. Daniel grabó distintos videos explicando la situación, lo que provocó que dicho juez lo demandara y le exigiera una compensación financiera por “daños y prejuicios”. A medida que la situación se intensificó, el juez acabó exigiendo la cantidad de 5.000 reales brasileños –el equivalente a $1.500– por cada instancia en que los eventos fueran mencionados dentro de contenido público.

Ante la complicada situación, Fraga se negó a recular y continuó grabando más videos sobre el tema y animando a sus seguidores a compartirlos en sus redes sociales. Con el fin de evadir las multas, Daniel convirtió todos sus ahorros en Bitcoin, criptomoneda que estaba fuera del escrutinio jurídico de Brasil.

Pero la situación no terminó ahí, pues dos años después Fraga fue demandado por un representante estatal de Río de Janeiro, nuevamente pidiendo una remuneración financiera y buscando impedir que el usuario subiera videos a las redes sociales. El caso adjudicó al político la totalidad de los fondos bancarios de Fraga, un total risible de 15 reales brasileños.

El 11 de julio de 2013, el día en que Fraga subió su primer video sobre la demanda, el valor de Bitcoin era de 86,41 dólares y para el momento de publicar este artículo es de poco más de $2.700. Habiendo convertido todos sus activos en Bitcoin no sólo los protegió, sino que también ganó una cantidad significativa de dinero en el proceso.

Lo irónico de la situación es que Daniel no estaba cometiendo ningún crimen y no tiene antecedentes penales. El juez estaba aplicando una “extorsión” legalizada para silenciarlo y Bitcoin vino al rescate. Esta historia de Daniel Fraga destaca el enorme potencial de las criptomonedas cuando están fuera del marco regulatorio de un estado. El desarrollo de estas regulaciones se ha visto ilustrada por los países que desean aceptar el Bitcoin, aunque también es posible que en numerosos territorios el desarrollo de estos esquemas esté motivado por un deseo de limitar el potencial de las criptomonedas.

Si quieren conocer sobre este youtuber, pueden ver su canal aquí.

Versión de Gustavo López para Diario Bitcoin.

Fuente: Bitcoin.com, FEE Foundation for Economic Education.

Imagen tomada de uno de sus videos de Youtube

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