Por David Datica  

Una nueva aplicación de la tecnología blockchain y contratos inteligentes permite a piezas de arte reproducirse y evolucionar como formas de vida. Plantoid o Plantoide es el nuevo proyecto blockchain que podría en un futuro crecer en las calles y plazas de nuestras ciudades.

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Ante un primer vistazo, un Plantoide es “una escultura mecánica, soldada, expuesta en un espacio público, un ornamento estético que exhibe su belleza mecánica y ruega ser apreciado por el público”. Pero la escultura es meramente la parte visible de una nueva forma de vida artificial (‘ALife’, en inglés) basada en tecnología blockchain.

Ud. no puede comprar un Plantoide, porque él es dueño de sí mismo. Si le gusta un Plantoide, puede mostrarle su aprecio enviando bitcoins a su billetera. Una vez que un Plantoide ha obtenido suficientes fondos, elige a un artista y le contrata para que produzca una nueva versión de sí mismo.

Por supuesto, los Plantoides son diferentes de las formas de vida que conocemos, como plantas, aves, mamíferos y personas. Sin embargo, puede considerarse que los Plantoides sí entran en una definición más general y extensa de ‘vida’, lo suficientemente flexible como para incluir formas de vida cibernéticas y no sólo criaturas orgánicas. De hecho, los Plantoides adquieren “energía” de su ambiente en forma de donaciones de bitcoin, y usan esta energía para moverse a nuevos lugares -por ejemplo, a una galería de arte que quiera exhibir un Plantoide– donde pueden adquirir más energía, reproducirse y evolucionar. La vida, reproducción y evolución de los Plantoides están mediadas en última instancia por personas, pero la vida y evolución biológicas también exhiben patrones similares. De hecho, la relación entre personas y Plantoides es similar a la relación entre abejas y flores.

La parte no-visible de un Plantoide es una DAO -una Organización Autónoma Distribuida, con un conjunto de contratos inteligentes (smart contracts) que dirigen el ciclo de vida y reproducción del Plantoide. Los miembros activos de la DAO (aquellos que han donado fondos o trabajo al Plantoide) participan, dentro de las reglas establecidas en los contratos inteligentes, en las decisiones respecto a dónde se exhibirá el Plantoide, cómo exactamente se ha de reproducir, cuál artista será seleccionado para crear la siguiente generación, y cómo invertir los fondos recolectados.

Los contratos inteligentes en el blockchain que dirige a un Plantoide incluyen especificaciones para las reglas de gobierno y lógica de negocios. Una parte interesante de la lógica de negocios del Plantoide -una suerte de “esquema piramidal” que envía parte del ingreso de un Plantoide de regreso a sus ancestros- estimula diseños evolutivamente exitosos. Los contratos inteligentes de un Plantoide también definen los parámetros estéticos necesarios (tales como forma, tamaño o materiales) que deben ser respetados por el artista escogido para crear la próxima generación del Plantoide.

Los miembros de la DAO pueden hacer propuestas para implementar el siguiente Plantoide, o comentar y apoyar las propuestas de otros miembros. Se espera que distintos artistas implementen distintos tipos de Plantoides, capaces de atraer distintos tipos de donantes o contribuyentes para reproducirse.

“Los Plantoides son un intento de emplear el arte para ilustrar lo que considero que es uno de los aspectos más innovadores y disruptivos de la tecnología blockchain: la habilidad para crear entidades autónomas que sean completamente independientes y auto-suficientes”, afirma Primavera De Filippi, fundadora de Okhaos, el colectivo artístico detrás de los Plantoides, según reporta Singularity Hub. “Es una ‘forma de vida en blockchain’, de modo que lleva el concepto de autonomía a un nuevo nivel”.

Los Plantoides no tienen estatus legal por los momentos, dado que la ley no reconoce la persona legal de las DAO, a diferencia de las corporaciones. Sin embargo, parece plausible que los sistemas legales reconocerán las DAO en algún momento, en cuyo caso los Plantoides podrían legalmente ser sus propios dueños. También es interesante especular sobre la posible evolución de los Plantoides. El ecosistema de los Plantoides está diseñado para evolucionar de manera darwiniana y espontánea inmediatamente después de la creación de los primeros Plantoides, y parece probable que los Plantoides más exitosos evolutivamente incorporarán las nuevas tecnologías emergentes.

Por ejemplo, la robótica y la tecnología del Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés) podrían potenciar generaciones futuras de Plantoides más dinámicos e interactivos. Otra posibilidad, que parece ciencia ficción pero que algún día podría ser realidad, es la aparición de Plantoides inteligentes.

Deberíamos concebir los contratos inteligentes como aplicaciones que pueden ser por sí mismas descentralizadas, autónomas, y que corren seudónimamente en el blockchain”, afirma la futurista Melanie Swan en Blockchain: Planos para una Nueva Economía¸ un libro enfocado en aplicaciones avanzadas futuras de la tecnología de libro mayor distribuido, publicado el 2015. “Por tanto, blockchain podría ser un camino potencial hacia la inteligencia artificial (AI) en el sentido de que las plataformas de contratos inteligentes están siendo diseñadas para operar en grados crecientes de automatización, autonomía y complejidad”. Swan menciona los libros de ciencia ficción de Daniel Suarez, Daemon y Libertad, en los cuales “la economía mundial cambia de manera radical debido a agentes del tipo de los contratos inteligentes que siguen de manera inexorable su código programado”.

Veamos algunos modelos de Plantoides:

  

Fuente: Bitcoin Magazine

Traducido por David Datica para DiarioBitcoin

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