Por Angel Di Matteo   @shadowargel

Aunque muchos no lo crean, la posibilidad de llevar la música de los artistas a los hogares en el pasado era muy complicado. Antes de los días de los archivos en formato MP3 y el intercambio de datos a través de redes P2P, las personas tenían muy difícil la posibilidad de adquirir contenido musical a no ser que los fuesen a comprar en formato físico en la tiendas discográficas.

Hoy en día las personas ni siquiera necesitan descargar canciones, ya que existen plataformas como VEVO y YouTube, las cuales contienen muchas de las canciones más populares de ayer y de hoy, las cuales pueden ser escuchadas online.

La industria de la música se enfrenta a un problema angular en una época de copias liberales y tecnologías de distribución: la búsqueda de nuevas formas de monetizar archivos de música digital que antes eran aprovechadas por la situación asociada con la escasez de recursos tecnológicos.

Un grupo de programadores – unidos por la tecnología subyacente de Bitcoin – están tratando de revolucionar una industria tras 15 años de historia que comenzó con Napster y se consolidó mediante BitTorrent.

El Blockchain de Bitcoin – un sistema descentralizado impulsado por una red de ordenadores – sirve como columna vertebral de la red BTC. Este funciona como un libro de contabilidad pública, manteniendo la contabilidad de la red Bitcoin, sellando al tiempo cada operación y asignando identificador único.

Numerosas personas y empresas están entusiasmadas con el futuro del Blockchain y entre ellas está la industria de la música. Hay tres empresas en especial, PeerTracks, Bittunes y Ujo Music, quienes afirman que su modelo de negocio va a liberar a los músicos de estar bajo la mano de sellos y marcas musicales prepotentes, así como de servicios streaming.

Peertracks, se esfuerza en utilizar la tecnología Blockchain para desarrollar un sistema de comercio que garantice equidad al artista. Bittunes, se esfuerza por crear un mercado para la música independiente. Ujo Music, busca diseñar un sistema para solucionar los problemas globales de distribución de regalías y licencias a los que se enfrenta la industria constantemente.

Estos empresarios esperan que en el futuro, cuando un artista componga y lance al público una canción, esta será almacenada en el Blockchain contando con su propio código de identificación, funcionando de la misma forma que lo hace Bitcoin hoy por hoy.

La industria musical ha intentado resolver algunos de estos problemas antes, pero proyectos tales como la Base de Datos Globales de Repertorios (GRD) nunca se llegaron a materializar. Sin embargo, la industria de la música experimenta la necesidad de un nuevo modelo de negocio, cotizando los ingresos a raíz de Napster y garantizando el intercambio de archivos peer-to-peer.

Peertracks se esfuerza por convertirse en el streaming de música perfecto y en una plataforma comercial que impulse el descubrimiento de las bondades del sistema peer-to-peer. Peertracks depende de la creación de “artist tokens”, una especie de alternativa Bitcoin, cuyo valor dependa de la popularidad del artista que creó la moneda. Al igual que en la economía básica, cuanto mayor sea la demanda, mayor es el valor de la ficha artista, mientras que a menor demanda ocurre lo contrario.

“Nuestro objetivo es abrir paso a las nuevas formas de monetización de la música y noestar obligados a depender tanto de las regalías provenientes de las ventas de archivos digitales”, informó el CEO de Peertracks, Cedric Cobban, en una entrevista al portal de noticias Bitcoin Magazine.

Peertracks presentó a MUSE en el Fair Music Public Forum, que fue dirigido por la Berklee Rethink Music durante 2 de octubre en Boston. El Blockchain MUSE constituye una iniciativa que pretende ser un libro mayor mundial abierto, diseñado y adaptado para la industria de la música en particular. MUSE busca no sólo gestionar los derechos de autor, sino también el propio mecanismo de pago a los artistas.

“No hay necesidad de trámites bancarios para pagar por los derechos de las ventas musicales”, dice Cobban. “El sistema gira en torno MUSE_USD, un criptomoneda que se basa en la tasa del poder adquisitivo del dólar de Estados Unidos”.

MUSE también permitirá a los artistas crear sus propios “Notas especiales” – un símbolo criptográfico que actúa como un pase VIP, el cual podrán gestionar libremente los artisitas. Estas permitirán a los mismos diseñar campañas de financiamiento y saber quienes son sus fans más dedicados.

“Para el artista, hay un gran valor en saber exactamente quién le está apoyando financieramente y quien le brindará muchas más posibilidades para seguir haciendo vida en el mundo de la música”, dijo Cobban.

MUSE no es el único proyecto de este tipo. Bittunes pretende utilizar la tecnología de intercambio de archivos peer-to-peer en combinación con lo último en tecnología en sistemas de pago digitales “para cambiar radicalmente la forma en que la tecnología se ha aplicado, a modo de que la gente común realmente gane dinero al convertirse en un nuevo canal de distribución para la música digital”, explicó durante una entrevista para el portal de noticias Bitcoin Magazine el director de Bittunes, Simon Edhouse.

“De esta manera, Bittunes combate directamente con el problema de la piratería en la música música, incentivando a las personas en lugar de criminalizarles. Los artistas reciben su justa remuneración y permiten a los usuarios ganan potencialmente de 5 a 10 veces lo que se pagaría por comprar una canción”, dijo Edhouse. “Pero lograr esto no será fácil, más el resultado final podría ser sencillamente revolucionario”.

Luego está Ujo, una nueva infraestructura compartida propuesta para las industrias creativas que tiene como objetivo devolver más ganancias a los creadores de contenido proveniente de sus clientes. Construida en colaboración con el artista ganador del Grammy, Imogen Heap, Ujo fue lanzada el mes pasado, y está dirigida por Phil Barry, quien dirigió un equipo asesorado por Thom Yorke en su estrategia BitTorrent. Barry también aconsejó a Radiohead en su estrategia digital para noveno álbum de la banda.

El modelo de Ujo es diferente, ya que se centra en la creación de una base de datos con derechos de código abierto y con una infraestructura de pagos. Ujo, como Peertracks, quiere revolucionar la forma en la que el dinero se distribuye a los artistas y a los titulares de derechos.

“Nuestra plataforma abierta utiliza la tecnología Blockchain para crear una base de datos de derechos y titulares transparente y descentralizada, a la vez que automatiza el pago de regalías a través de contratos inteligentes y el uso de criptomonedas”, dijo Phil Barry, socio fundador en Edmund Hart. “Esperamos que sera la base sobre la que se constituya un nuevo ecosistema de música más transparente, más eficiente y más rentable”.

Para Barry, el corazón de la industria de la música está en los creadores de contenido.

“Los participantes más importantes en la industria de la música son los artistas y los escritores”, dice Barry. “Crean la materia prima sobre la que todo el mundo es dependiente”. Reconoce que la industria de la música ha experimentado una gran transformación en estos últimos 15 años y que hoy día necesita de una propuesta mucho más innovadora que sea garante del real y justo cumplimiento de los derechos de los artistas.

“Las principales compañías de música ya no cotizan a través de las cadenas de tiendas de discos o las plantas de fabricación, pero todavía financian y comercializan la mayoría de los ejemplares que aún salen en físico”. Sin embargo Barry cree que esto va a cambiar con el tiempo.

“Creo que vamos a ver una gran reducción en la cantidad de sellos discográficos y de ingresos en comparación con la proliferación de artistas y compositores”, dijo Barry. De hecho se cree que la industria está observando los cambios.

“Muchas empresas y organizaciones de derechos artísticos comparten una visión bastante audaz de lo que el futuro podría ser si el Blockchain es ampliamente adoptado”, dijo. “Creo que todo el mundo puede ver que más pronto que más tarde el Blockchain  va a producir un cambio no sólo en la música sino en todas las industrias creativas”.

Por lo tanto, los participantes de las industrias creativas tienen el deber de entender la tecnología.

“Nadie quiere repetir los errores de la era Napster”, dijo.

Fuente: BitcoinMagazine

ADVERTENCIA: Este es un artículo de carácter informativo. DiarioBitcoin es un medio de comunicación, no promociona, respalda ni recomienda ninguna inversión en particular. Vale señalar que las inversiones en criptoactivos no están reguladas en algunos países. Pueden no ser apropiadas para inversores minoristas, pues se podría perder el monto total invertido. Consulte las leyes de su país antes de invertir.