Por Angel Di Matteo   @shadowargel

En este artículo se analiza la evolución que ha experimentado la moneda digital, explicando algunos motivos por los cuales ha crecido el interés por parte de futuros usuarios.

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El precio de Bitcoin, el cual ha sobrepasado la barrera de los 4.000 dólares, ha visto un aumento importante durante estos últimos meses a pesar de no ser expresamente reconocido y adoptado por los gobiernos y las principales instituciones internacionales en el mundo.

El crecimiento que ha venido mostrando la moneda digital, en términos del volumen comercial y su capitalización en el mercado, de acuerdo con varios analistas está motivado principalmente a la facilidad que se ha venido presentando para intercambiar los saldos de la criptomoneda por dinero de curso legal y viceversa.

La interacción entre Bitcoin y las monedas tradicionales.

Llevar a cabo la transición entre las monedas digitales y el dinero de curso legal constituye una parte esencial del desarrollo de la tecnología Blockchain. Los servicios ofrecidos por los diferentes servicios de intercambio que hacen uso de las bondades de esta tecnología está aportando mucho crédito al contribuir significativamente al desarrollo de Bitcoin y sus aspectos a nivel de infraestructura en conjunto.

Aunque hoy por hoy hay muchas soluciones y casos de uso para los aspectos antes mencionados, las dos aplicaciones principales para la moneda digital empleadas por los usuarios son hacer uso de Bitcoin como un sistema de inversión o como una moneda válida para operaciones comerciales.

Bitcoin como sistema de inversión

Con el paso de los años ha quedado demostrado que invertir en Bitcoin parece ser una movida rentable e inteligente. El aumento general visto en los precios de la criptomoneda, pese a los inconvenientes por los que ha atravesado en momentos puntuales, justifica el pensar y sentir de los usuarios que ven en ella un sistema de valor que puede mantener a buen resguardo los ahorros.

Las monedas digitales son un excelente medio para almacenar valor, y proporcionan una plataforma de inversión que se caracteriza por ser completamente descentralizada. Los consumidores pueden comprar o vender saldos en las criptomonedas de forma simple y rápida haciendo uso de los servicios de intercambio. A diferencia de las acciones en las bolsas de valores, las monedas digitales funcionan de forma más simple y sencilla, además de que los mecanismos para llevar a cabo su almacenamiento son más prácticos de utilizar dando total control al usuario sobre los activos.

Sin embargo los consumidores más tradicionales siguen deseando los beneficios que ofrece la banca tradicional, ya que los servicios de atención al cliente, los sistemas de recompensa y los tiempos de transacción rápidos son las áreas en las que la banca ha tenido mayor éxito que las criptomonedas. Sin embargo, los nuevos modelos implementados por las industrias asociadas con las monedas digitales, como las tarjetas de débito Bitcoin, están creando nuevas formas de acortar la brecha entre la conversión de saldos y los beneficios ofrecidos por las entidades bancarias.

Al respecto, la CEO de Empire Card, Patricia Harrison, dijo durante una entrevista:

Estamos orgullosos de haber traído una solución que combina uno de los mejores aspectos del modelo bancario tradicional con los beneficios que las monedas digitales ofrecen a sus usuarios”.

Al combinar los beneficios tradicionales de la banca como recompensas y servicios de atención al cliente con el poder y al flexibilidad de las criptomonedas, las compañías están comenzando a encontrar maneras de llevar a las monedas digitales a un ámbito en el que todos puedan disfrutar de sus beneficios.

Bitcoin como una moneda

Michael Vogel, consejero delegado de Netcoins, define a Bitcoin como una “moneda” que tiene el potencial de redefinir la economía de una manera que el mundo nunca antes ha visto. Algunos de los atributos de Bitcoin que le permiten funcionar como una moneda son su fungibilidad y el hecho de poder ser divisible.

El hecho es que Bitcoin puede dividirse en unidades más pequeñas. Este atributo facilita mucho la utilización de las operaciones de conversión como un medio de transacción. Además, el que las unidades de Bitcoin puedan ser intercambiadas le califican como una moneda genuina. Sin embargo, un aspecto de la criptomoneda que hasta ahora ha retrasado una eventual aplicación en su totalidad como una divisa de curso legal por parte del público es la volatilidad de los precios, algo que preocupa especialmente a los comerciantes.

Vogel describió la actual volatilidad en el precio de Bitcoin como parte de una fase de crecimiento agresivo. Según él, parte de esta volatilidad viene dada por el diseño de la criptomoneda, ya que el hecho de que la moneda digital cuente con un número finito de unidades alienta a inversionistas y a especuladores a aportar liquidez a los mercados, lo cual hace crecer la base de usuarios.

El representante de Netcoins también señaló que la estabilidad en los precios no debería ser una preocupación tan importante al momento de considerar a Bitcoin como una moneda:

Muchos argumentarían que la estabilidad de los precios debería ser un requisito para que Bitcoin funciones como una moneda genuina. Sin embargo, si Bitcoin evoluciona para convertirse en la columna vertebral preferida para los pagos globales y las remesas, entonces el precio realmente no va a importar (porque puede funcionar como un medio de transacción)”.

Vogel concluye su análisis señalando que la siguiente fase de Bitcoin va a ver una mayor cantidad de aplicaciones que faciliten su uso y almacenamiento. Hoy en día cualquiera puede enviar, gastar y recibir pagos en Bitcoin, ya que convierte los activos en una moneda genuina. Haciendo estas funciones más fáciles y más seguras de realizar, la moneda digital va a seguir consolidándose como una moneda cuyo uso es completamente viable.

(Imagen con derechos para reutilización tomada de Flickr)

Fuente: CryptoCoinsNews

Versión de Camilo Reyes para DiarioBitcoin.

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