Por Simón Rodríguez  

Bitcoin es a menudo visto como un extraño en el mundo de las finanzas, simplemente porque no es controlado por un banco o gobierno. Pero es clara la existencia de varios inconvenientes en el sistema monetario tradicional.

¿El futuro se encuentra en las finanzas tradicionales, o puede ser el Bitcoin la solución que todo el mundo ha estado esperando?

La raíz de la crisis financiera

Todos hemos oído que durante los últimos 8 años la economía mundial todavía está atascada en una crisis financiera. A pesar de que la última “crisis bancaria” se produjo en el 2008, las consecuencias todavía están presentes el día de hoy. El mercado de trabajo se enfrenta a un crecimiento negativo o estancado, las monedas fiduciarias todavía no se han recuperado, y hay poca o ninguna mejora a la vista.

Por mucho que los bancos sean los culpables de la crisis financiera, no son la raíz del problema. Ese problema es mucho más profundo, y se remonta a hace unos 45 años, cuando el valor del dólar estadounidense se desacopla del valor del oro. A partir de ese momento en adelante, el dólar estadounidense, que es la moneda global de hoy, fue respaldado eficazmente por nada más que promesas.

El resultado de esa decisión trajo la inestabilidad de las monedas flotantes, y un largo período de estancamiento en la década de 1970. El “Nixon Shock”, como se llama esta decisión de desacoplamiento, también causó mucha especulación contra el dólar de los Estados Unidos, e incluso obligando al banco central japonés a rescatar a la moneda dentro de los tres primeros días después de esta decisión.

Un avance rápido hasta hoy, y el único privilegio de crear dinero de la nada pertenece a los bancos y los gobiernos centrales, devaluándose la oferta monetaria existente cada vez que esto sucede. El hacerlo suele ser un intento de restaurar la competitividad internacional, lo que también puede causar la hiperinflación.

Por otra parte, generar deudas se ha convertido en algo muy fácil, y el techo de la deuda de todos los países ha ido creciendo año tras año. La reciente debacle de Grecia ilustra una vez más cómo las cosas están viciadas en el modelo económico actual. Al final, la Unión Europea elaboró un paquete de atención financiera, dibujando fondos de otros países para ayudar a los griegos en su lucha. Sin embargo, esta solución no resuelve la raíz del problema, ya que sólo retrasa lo inevitable.

Abolir el monopolio del dinero una vez por todas

La más sencilla y absolutamente difícil solución sería encontrar una manera de permitir la libre competencia de las monedas no estatales. El Bitcoin sería un candidato ideal para este concepto, ya que esta moneda sin bordes se puede utilizar en todas partes en el mundo de la misma manera, así como ser canjeado por todas las principales monedas locales.

Es verdad, el Bitcoin no está respaldado por el oro tampoco, pero a diferencia de la moneda tradicional, existe un límite máximo de valor a ser “creado de la nada”. Una vez que se ha alcanzado el tope de suministro de 21 millones de Bitcoin – en algún momento del 2140 – no se generará más monedas. Según la mayoría de los inversores, el Bitcoin es un vehículo de inversión superior, la escasez general conduce a un aumento en el valor.

Pero hay más en el Bitcoin que sólo ser parte de la cartera de un inversor. El envío de fondos a todo el mundo toma un puñado de segundos, por lo que es una solución perfecta para la era digital de nuestra sociedad que está en transición lentamente. También, el Bitcoin es esencialmente un mercado libre, basado en la oferta y la demanda, sin mezclarse por los gobiernos, autoridades, bancos o cualquier otra institución global.

¿Qué nos depara Bitcoin? ¿La respuesta a nuestros problemas?

La respuesta a esta pregunta es sí y no al mismo tiempo. De acuerdo a los entusiastas del Bitcoin, todo el mundo debería convertir [parte de] sus ahorros para Bitcoin ahora mismo, mientras que el precio por cada BTC sigue siendo bastante bajo. Los expertos financieros, por el contrario, con mucho gusto dirán a los consumidores que se mantengan alejados del Bitcoin durante tanto tiempo como sea posible.

Ambas partes tienen razón a su manera, ya que la decisión final recae en los hombros de la persona. Nadie puede decirte qué hacer con tu dinero, o cómo manejarlo. Desafortunadamente, los bancos están más que dispuestos a “gestionar” la riqueza en su cuenta bancaria, aunque los clientes no notarán ningún cambio. En el mundo Bitcoin, todo es mucho más transparente, lo que puede ser aterrador para algunos usuarios.

Diversificar el riesgo de otra crisis financiera es siempre una buena idea. Algunas personas optan por invertir en metales preciosos, como el oro o la plata. Otros acuden al Bitcoin y potencialmente cosechar las recompensas. Sin embargo, otros se adhieren al sistema que conocen y del que esperan lo mejor. El tiempo dirá quién tiene la razón, pero una reorganización importante en el mundo financiero como lo conocemos es inevitable.

Fuente: News.Bitcoin.com

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