Por Gabriela Camero  

La página de Internet 99bitcoins se encarga de registrar la cantidad de veces que Bitcoin ha sido desahuciado por los medios o la opinión de algunos expertos. Sin embargo, siempre ha vuelto a levantarse. 

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Bitcoin tiene muchos entusiastas, que lo utilizan para guardar sus ahorros o esperan que en un futuro sea adoptado en más lugares y por más personas. Por el otro lado, no es un amigo agradable para los bancos y hay personas que han pronosticado su muerte inminente. Con el paso del tiempo, los presagios de estas personas han probado estar equivocados. Como se afirmó en un trabajo anterior, las veces que Bitcoin ha muerto ha sido para renacer de las cenizas.

La página 99bitcoins lleva un registro de las veces que alguien afirma que Bitcoin ha muerto. Desde su creación en 2009, Bitcoin ha muerto en 89 ocasiones. Al tiempo de la publicación, el precio actual de Bitcoin es 386 dólares por 1 btc, demostrando que se está reponiendo de la caída del viernes de un 15%.

La primera muerte de la criptomoneda ocurrió en 2010, con el artículo escrito en The Underground Economist, “Por qué Bitcoin no puede ser una divisa”. En ese artículo, se decía que la única razón por la que Bitcoin está vivo “es su novedad”, y explicaba que “o se mantendrá siendo una novedad para siempre o cambiará su estatus novedoso a la muerte más rápido que un parpadeo”. Bitcoin sobrevivió esa vez, cuando por 1 bitcoin se recibía 0.23 centavos de dólar.

Poco después, en mayo de 2011, en la página Apenwarr se aseguraba que iba a fallar. Los argumentos del artículo afirmaban que el sistema de Bitcoin era parecido al del oro, que un simple fallo en el sistema podría colapsar toda la red de la criptomoneda, y que era un inconveniente que no sirviera offline. Se auguraba que Bitcoin podría mandar la economía hacia una especie de época oscura, además que los gobiernos se encargarían de destruir Bitcoin en el caso de que su uso se extendiera. En mayo de 2011, se podía adquirir 1 btc por 3.12 dólares.

En 2011 tuvo otras cinco muertes, mientras que su precio iba subiendo poco a poco. El tema en común era por qué Bitcoin iba a fallar como moneda. El 20 de junio de 2011, Forbes publicó un artículo escrito por Tim Worstall titulado “Así que, este es el fin de Bitcoin”. En ese entonces, el escándalo de Mt Gox se había destapado, y muchos usuarios habían sido robados. Uno de los problemas que Worstall veía era que Bitcoin no parecía proveer la liquidez suficiente, el otro problema, se trataba de su seguridad. En ese entonces, se cambiaba 1 btc por 15.15 dólares.

Su última muerte en 2011 la tuvo en noviembre, y esta vez el responsable estaba en Wired, con un artículo llamado “El auge y caída de Bitcoin”. El precio de Bitcoin estaba a 2.37 dólares. A finales de 2012, Wired volvería a pronosticar la muerte de la criptomoneda, con el artículo: “Wired, Cansado, Expirado para 2012: Desde las estrellas hasta el suelo”, en donde habla de las tendencias actuales y las que han fallado durante el año. Cuando llega el turno de los métodos de pago, afirma que: “Ante el tamaño de su popularidad, Bitcoin fue pregonado como una divisa alternativa viable en la era de Internet, un sistema monetario construido para prevenir robos, manipulaciones y crímenes. Luego vinieron el malware, el mercado negro, las ambigüedades legales y el hombre [El FBI]. Hoy en día ni siquiera lo puedes usar para comprar mercancía en Facebook”. En ese entonces, se tenía 1 btc por 13.30 dólares. A pesar de este artículo, en 2012 no hubo otra muerte, en comparación con 2013 y 2014.

Estas fueron las “muertes” más conocidas durante los años iniciales de Bitcoin. A pesar de los terribles augurios, se supo sobreponer y continuar hacia adelante. ¿Quién no ve con añoranza la época en que se podían comprar varios bitcoins con 1 dólar?

ADVERTENCIA: Este es un artículo de carácter informativo. DiarioBitcoin es un medio de comunicación, no promociona, respalda ni recomienda ninguna inversión en particular. Vale señalar que las inversiones en criptoactivos no están reguladas en algunos países. Pueden no ser apropiadas para inversores minoristas, pues se podría perder el monto total invertido. Consulte las leyes de su país antes de invertir.