Por David Datica  

SporeStack es un nuevo servicio que permite crear servidores web sin necesidad de hacer transferencias bancarias, crear perfiles ni cuentas de usuarios, ni revelar un ápice de información privada, gracias a la capacidad de pagar con bitcoin.

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La infraestructura de hardware, que alguna vez fue la base de gigantes de computación como IBM, se ha convertido en una mercancía abstracta gracias a la computación en nube, la virtualización, y la “containerizaciónque consiste en encapsular una aplicación en su propio ambiente operativo, ahorrándose muchas preocupaciones.

A través de los grandes proveedores de servicios como Amazon Web Services, Microsoft Azure y Google Cloud, o los más pequeños como DigitalOcean, Linode y Vultr, los desarrolladores pueden ahora desplegar y destruir servidores o funciones simples usando arquitectura “sin servidor”, con costos poco significativos.

Terran McKinney, un ingeniero en sistemas radicado en Texas quien profesa un amplio agrado por Ayn Rand, está llevando la infraestructura desechable un paso más allá con un servicio denominado SporeStack que permite a los desarrolladores desplegar servidores de manera anónima, pagándolos en Bitcoin.

McKinney describe SporeStack, presentada a principios de este mes de enero, como una aplicación API JSON para desplegar servidores. El software permite a las personas que poseen Bitcoin comprar un servidor temporal enviando un pago a través de coinfee.net, un procesador de pagos en Bitcoin desarrollado por McKinney. Para lograrlo hacen falta sólo unas pocas líneas de código.

SporeStack crea servidores que duran desde 1 a 28 días hospedados por Vultr, sin la necesidad de una cuenta en Vultr. McKinney, en una entrevista por correo electrónico con The Register, reconoció que el servicio es ligeramente más caro que Vultr con una cuenta estándar -un servidor de 768MiB en SporeStack por un mes cuesta poco menos de $10, comparado con $5 en Vultr-, aunque no hay impuesto de ventas en SporeStack.

La habilidad de lanzar servidores sin proveer información personal suena como una invitación abierta al spam, pero McKinney afirma que duda que resulte atractivo el aspecto económico.

“Yo solía trabajar en Rackspace”, afirma McKinney. “Estoy seguro de que ocurrió, aunque no recuerdo exactamente cuándo, un spammer (o algo similar) usó nuestros servidores y pagó. Se inscribían con una tarjeta de crédito falsa y obtenían un mes de servicio gratuito, a menos que los eliminaran antes (lo cual usualmente ocurría)”. 

El beneficio de Bitcoin, destaca McKinney, es la imposibilidad intrínseca de reversibilidad en las transacciones, lo cual dificulta ciertas clases de fraude. Dice:

Ha habido intereses que parecen algo grises, aunque no he tenido reportes de mal uso. Dado que los usuarios pagan por adelantado, se arriesgan a perder si el servidor tiene que ser eliminado por spam, ataques DoS, etcétera”.

McKinney cree que SporeStack permitirá escalar el desarrollo y la infraestructura sin tener un capital inicial significativo. “Si eres astuto, puedes usar un pago dividido de Coinfee para pagar por tu servidor y llevarte tu ganancia simultáneamente”, señala. “Nunca tendrías que pagar por el servidor, el usuario lo haría”.

Los servidores son sólo el comienzo, según McKinney, quien espera fomentar la demanda de pagos via API’s. La idea es que las personas no necesitarán cuentas, ni sus bases de datos, ni contraseñas.

Muchas grandes compañías de tecnología han empezado a explorar los servidores desechables, afirma McKinney. “Más que tener un servidor por mucho tiempo y mejorarlo, sencillamente se han vuelto eficientes en borrar y crear”, afirma.

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Fuente: TheRegister

Traducido por David Datica para DiarioBitcoin.

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